El Árbol Cabalístico

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Módulo 6: el trabajo de los Senderos

Sendero 25

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El Sendero 25 es llamado Inteligencia de Tentación o de Prueba, porque es la primera tentación por la que Dios prueba los piadosos. Su letra regente es el Samekh.

Es el Sendero que une Tiphereth a Yesod y su regente es el genio 48 Mihael en la Ida y el 69 Rochel en el Retorno. Voluntad e Imaginación se unen aquí estrechamente y la segunda utiliza los poderes de la primera para realizarse. Ya hemos visto, al hablar del Sendero 31 que la función de Hod vis a vis de Malkuth consiste en separar las emanaciones de Tiphereth y Yesod, de manera que lleguen al organismo físico perfectamente diferenciadas. En este Sendero ambas se unen y, dado que Yesod está más cerca de las realidades físicas, dado que constituye para la persona un sistema más organizado, más estructurado, resultará que fácilmente Yesod someterá a Tiphereth utilizando sus energías para realizar su programa. 

Nos encontramos entonces con una inflación de los poderes imaginativos. La imaginación se volverá imperiosa al tener la Voluntad a su servicio y, como en Tiphereth se encuentran concentradas las esencias de todos los demás Sefirot, Yesod incorporará a su programa los ideales que cada Centro de Vida representa, pero materializados, sirviendo los intereses de Malkuth. 

Cuando se habla de tentación y de prueba, ya estamos viendo al Dios de la barba poniéndonos un anzuelo para ver si picamos en algo que no deberíamos hacer y que sin embargo hacemos, y así tener el placer de castigarnos. 

La Tentación Divina no se ejerce de ese modo. La Prueba de que habla el texto yetzirático en ese Sendero, es la de la experiencia material; es la tentación de comprobar si es verdad aquello que intuimos. Cuando Einstein intuyó que el átomo podía fisionarse, y expresó esa intuición en una serie de números, los sabios que le pisaban los talones dijeron: vamos a ver si es verdad. Y probaron que sí era cierto: de esa comprobación nació la bomba atómica.

En otra parte de la Enseñanza (Cómo descubrir al maestro interior) ya hemos visto que las experiencias humanas, no necesariamente han de tener como campo de pruebas el mundo material. Podemos realizarlas internamente, como en un sueño, como las vive el novelista al escribir sus historias de ficción, Pero no solemos contentarnos con la experiencia interna, imaginándonos grandes amores, grandes aventuras, y caemos en la gran tentación cósmica de probar en la realidad nuestras apetencias internas.

Es entonces que el Sendero 25 se pone en marcha, y en él Tiphereth-Sol transfiere a Yesod-Luna su fuerza generadora para que dé una forma material a lo que hasta entonces solo era una Forma-Deseos o Forma Emotiva. El Sendero 25 es pues el de la generación material y encontramos su perfecta ilustración en el proceso de gestación que vive la mujer durante el embarazo.

Hemos ido viendo, al estudiar los anteriores Senderos, que mientras los de la Izquierda construyen los escenarios materiales en que se desarrollarán las experiencias y trazan con detalle los guiones y buscan incluso a los actores que han de interpretarlos, los Senderos de la Derecha ponen la Inspiración que permite encontrar las soluciones a los problemas humanos. 

Solo falta que en ese escenario con todos los actores, y ya con las luces a punto (los Sefirot de la Derecha) aparezca la vedette, la beneficiaria de la experiencia a vivir, aquella en cuyo nombre se ha realizado todo ese trabajo. Los que frecuentan los teatros de revistas, saben que muy a menudo la vedette baja del techo, dentro de una jaula de barrotes dorados, cubierta de flores, de lazos, de plumas, y es recibida con un gran estrépito musical, mientras el coro de bailarines se agita y revolotea para subrayar el gran acontecimiento. 

Aquí también el Protagonista baja por ese Sendero vertical que va de Sol a Luna, conteniendo en sí todas las propiedades solares; todo el potencial que el Sol encierra y que es inoculado en Yesod-Luna para que lo convierta en Forma.

El trabajo en los Senderos 24, 25 y 26 se realiza simultáneamente, puesto que en ellos se trata de la formación material- de la experiencia. En el 24, el de Sol-Venus, se busca lo que sostendrá la experiencia descendente; aquello en que podrá apoyarse. En el 25 se da forma a la Voluntad de Vivirla, y en el 26, el de Sol-Mercurio, se da forma al escenario y se movilizan los personajes complementarios.

Puede ocurrir, que estando ya listos los trabajos en los Senderos 24 y 26, la vedette se retraiga y no quiera aparecer en su jaula dorada. El coro mira insistentemente hacia arriba, esperando la llegada al mundo de aquella gracias a la cual cobrarán su salario, pero en vano, no viene. Se ha vuelto atrás en el último momento y los de abajo, por mucho que se muevan y canten, no cobrarán, porque el público pedirá que le devuelvan lo pagado.

En la vida real, vemos que esto ocurre con mucha frecuencia: el niño esperado no viene, porque se ha muerto en camino, porque ha sido abortado. La Voluntad se muere, ya lo hemos visto en otra parte de la Enseñanza, y puede morirse antes de nacer, antes de tomar una forma en el mundo material, porque se arrepiente de la experiencia que iba a vivir; ha cambiado de idea, la desecha. Y así los actores que había movilizado se quedan sin empleo. 

De igual modo, cada niño/obra que debía aparecer en el mundo y no aparece, deja sin empleo a toda una tropa que no encuentra un puesto de trabajo por esa espantada de la Voluntad. Ya hemos señalado en otro momento la estrecha relación que existe entre el ejercicio de la Voluntad y el paro obrero. No se trata pues de una consideración filosófica, sino de un hecho muy real.

Diremos pues que este Sendero 25 es el de la generación de las experiencias en el mundo material, cuando esas experiencias han sido ya programadas por el Ego Superior y vividas a nivel Emotivo. Ahora tenemos la tentación de probarlas en el mundo físico y el Sol pone sus semillas en Yesod para que las geste y les dé forma. 

Dicen las enseñanzas herméticas que cuando un niño va a encarnar y percibe en síntesis la vida que va a vivir, a veces se arrepiente de haberla aceptado e intenta huir (sucede también en el momento del parto cuando se necesitan fórceps). También el Rey de nuestra Tierra Humana, cuando se dé cuenta de lo que le cae encima, del lío que representa la materialización de la experiencia descendente por el Sendero 25, puede rechazarla, puede abortarla, y la experiencia esperada no aparece, cuando todo está dispuesto para recibirla, y deben ser despedidos el coro de actores que debían acompañarla.

Por otra parte, Yesod representa la mujer en la polaridad sexual y, por extensión, la abundancia material, concentrando en ella todos los ideales de goce terrenal. Todo ello nos dará una idea de la clase de tentación de que habla el texto yetzirático. Añadamos que no es obligatorio que los mecanismos de este Sendero jueguen de este modo. Si el Sendero 31 funciona debidamente, puede conseguirse la perfecta separatividad entre Voluntad e Imaginación, o puede también la segunda ser absorbida por la primera.

A nivel humano, el trabajo de este Sendero consiste en saber resistir a la tentación que la mujer ejerce sobre el hombre. Tiphereth es el hombre; Yesod la mujer. En personas de sexo femenino, la tentación consistirá en someter y esclavizar al varón, convirtiéndolo en un pelele; en personas de sexo masculino, al contrario, la tentación será la de esclavizarse a una mujer y, en un sentido más amplio, esclavizarse a lo material, a los placeres de la tierra. La cuadratura Sol-Luna en un horóscopo, su oposición o conjunción serán indicios de que está trabajando en este Sendero.