El Sendero 12 es llamado Inteligencia de la Luz, porque constituye la imagen de la magnificencia. Se dice que es el lugar de donde procede la visión de aquellos que ven apariciones. Su letra regente es el Beith.
Es el Sendero que conduce de Kether a Binah y su regente es el genio 2 Jeliel. El texto yetzirático nos da la clave de ese Sendero al indicar que es el de la Inteligencia de la Luz. Si Binah constituye la base, el fundamento de la comprensión del universo de una manera inteligible, la vía que lo une al Séfira de arriba ha de proyectar la Inteligencia hacia la luz.
Serafines y Tronos se dan la mano para ayudar al peregrino que tiene acceso a ese elevado Sendero. La visión que procede de ahí no es la del Mundo de Deseos o Etérico, sino la contemplación de la divinidad, privilegio de unos pocos elegidos.
El trabajo de este Sendero consiste en hacer inteligible, para uno mismo y los demás, los misterios de la Voluntad Divina.
A nivel humano: cuando se habla de inteligencia, en términos cabalísticos, se hace referencia siempre a la reducción de lo abstracto a lo concreto. Uno de los títulos de Binah es Inteligencia Activa y ya sabemos que Binah es la especializada en corporeizar la luz, permitiéndole expresarse a través de una forma.
Inteligencia de la Luz, clave de este Sendero, ha de significar pues convertir la Voluntad que Kether ha interiorizado en nosotros, en actos concretos, dándole forma en el mundo, en nuestro mundo. Ese proceso de cristalización de la Luz es algo inevitable, de modo que todos trabajamos en ese Sendero sin ser conscientes de ello, puesto que al realizar cualquier acto, para que este pueda tener lugar, es necesario transformar la fuerza nerviosa, que es la luz interna, en gesto.
Cualquier acción, hasta la más nimia, guarda analogía con el acto generativo, mediante el cual la simiente masculina, que es luz, es interiorizada en el receptáculo femenino, que emitirá una nueva vida, dando forma a esta luz interior. Es necesario pues que nos desprendamos de nuestra luz para dar cima a la más pequeña de nuestras Creaciones.
Si este proceso inconsciente lo realizamos conscientemente; si en el momento de generar una forma en el mundo físico, sea negocio, asociación, idea, escrito, charla o cualquier otra estructura física, pensamos en que estamos utilizando la luz primordial, pensamos en la responsabilidad en que incurrimos, es seguro que actuaremos con más responsabilidad, procurando que nuestro gesticular concuerde con las leyes cósmicas.
Utilizar la Luz debidamente será pues el trabajo de este Sendero. Utilizar la luz en la creación de algo que rinda testimonio de ella, en algo que permita inteligentemente intuir la verdad, que sea vehículo físico que conduzca a ella; es decir, realizar algo que permita al que lo observa, por la sola contemplación, descubrir la verdad que encierra.
Por el contrario, malgastar la Simiente Divina, es decir la Luz, para recreos y propósitos vanos, significará hacer lo contrario de lo propuesto por este Sendero.