La dirección de las flechas (de los Senderos) marca hacia dónde proyectan sus fuerzas cada uno de los Sefirot, cediendo así, de algún modo, su protagonismo en manos del Séfira que lo recibe. Cuando Un Séfira recibe la energía de todos los que van hacia él, es decir, cuando todas las flechas van hacia él, se produce un bloqueo, vemos que las corrientes energéticas desembocan en él, mientras que de él no sale ninguna corriente que vaya hacia otros. Cuando esto sucede, el Séfira bloqueado adquiere un protagonismo excepcional, ya que sin poder exteriorizarse, tendrá que derramar sus energías en nuestro interior, modificando en profundidad nuestra naturaleza con ese impacto, por las propias características del Séfira, y por las propiedades que le añaden los Sefirot que lo están bloqueando o potenciando.
Cabe recordar que cuando las flechas van hacia abajo (Sendero de Ida) significa que las energías se dirigen hacia la materialización, a cristalizar un impulso que proviene de arriba. En cambio, cuando las flechas se dirigen hacia arriba (sendero de Retorno), van hacia la espiritualización y van soltando la materia, lo cual significa que nos vamos desinteresando del mundo material y de lo que representa.
