El Árbol Cabalístico

0 de 88 lecciones completas (0%)

Módulo 6: el trabajo de los Senderos

Sendero 20

No tienes acceso a esta lección

Por favor, inscríbete o accede para acceder al contenido del curso.

El Sendero 20 es llamado Inteligencia de la Voluntad. Es el que prepara todas las criaturas y cada una de ellas para participar en la demostración de la existencia de la Sabiduría primordial. Su letra regente es el Yod.

Es el Sendero que une Hesed a Tiphereth y su regente es el genio 29 Reiyel en la Ida y el 43 Veuliah en el Retorno. Aquí los Senderos se cruzan, de modo que Hesed y Hod quedan unidos a través de Tiphereth y, del otro lado Gueburah y Netzah se unen también, siempre con Tiphereth en el centro. El Sendero 20 forma la parte superior de esta cruz crística, puesto que Cristo encuentra su centro físico en Tiphereth, el cual, como representante de Kether a un nivel inferior, es el estructurador de la Voluntad. Tiphereth, a través de Yesod se proyecta en Malkuth, es decir, en nuestro cerebro físico, aportándole ideas volitivas, proyectos a realizar en firme, y es por este Sendero que Tiphereth recibe los argumentos que convencerán a la personalidad mortal de la existencia de Hochmah o Sabiduría primordial. 

El de este Sendero es uno de los textos yetziráticos más claros y casi no necesita de ninguna interpretación. La corriente de Júpiter, al descender sobre el Sol, prepara a la persona para que la existencia de la Sabiduría Primordial, es decir, de Hochmah, le pueda ser demostrada. Un científico con carné, al oír hablar de demostraciones, nos diría: «¡A ver, a ver! Que se haga la demostración». Pero la Sabiduría Primordial no es algo que pueda enseñarse en las universidades, sino que es una ciencia que transcurre por el interior de la persona y que es incomunicable a otra persona si no ha sido previamente preparada para recibirla. Porque no es lo mismo demostrar algo que viene de la tierra y que posee una existencia material, que demostrar la existencia de una Sabiduría Primordial, que es una sustancia que no tiene corporeidad.

En el Sendero 15, el de Hochmah-Tiphereth, ya sucedía algo parecido, pero ahí la demostración procede de una instancia más elevada, y hoy por hoy no todos los seres humanos pueden captarla. La demostración que viene de Hesed es más asequible, porque se dirige a la personalidad emotiva, dado que Júpiter-Marte-Sol actúan en el Mundo de Creaciones, en el que el Yo-Emotivo realiza sus pruebas.

El Sendero es llamado Inteligencia de la Voluntad, dice el texto yetzirático, o sea: hace inteligible la Voluntad, la de Hesed-Júpiter, claro está, de modo que se trata de la Voluntad-Deseos, puesto que, como ya hemos visto, Júpiter-Hesed es, por un lado, 2º He del Mundo de Emanaciones y Yod del Mundo de Creaciones, y es en ese aspecto Yod que mueve la Voluntad en el terreno de los Deseos.

Al estudiar el Sendero 19, el de Hesed-Gueburah, hemos visto que Marte elabora el marco en el que ha de desarrollarse el Deseo, así como los materiales sensibles que han de permitir valorarlo. Marte es el obrero y, como tal, no tiene porque estar enterado de los propósitos de su patrón Júpiter. 

Si nos acercamos a una obra y le preguntamos a un obrero: ¿Esto que va a ser, una casa de pisos de alquiler, de venta o de oficinas? Lo más probable es que el obrero nos responda: «Pues no sabría qué decirle». El obrero construye sin preguntarse como y quien va a utilizar el objeto que elabora. Pero en el universo todo tiene una finalidad, un objetivo. No se trata de vivir una experiencia así como así, solo para sentirla y ver lo que pasa, sino que esa experiencia se vive con una finalidad, en vistas a la obtención de una sabiduría. Y es por ello que Júpiter abre ese Sendero hacia Tiphereth, que representa la Voluntad realizadora a niveles inferiores y que es además el centro de la Conciencia, para decirle: «oye, eso que Marte está elaborando por mi cuenta, es con el propósito de conseguir tal o cual información, de modo que actuarás en ese sentido». Júpiter-Hesed le comunica a Tiphereth-Sol la Voluntad Emotiva que mueve la experiencia en curso.

Hemos dicho muchas veces que el mundo de las emociones es el enemigo del Designio Primordial, pero hemos visto también que poco a poco los dos mundos se van conciliando para llegar a una total colaboración, en la que los Deseos se supeditan al Designio del Ego Superior. En este proceso, Júpiter juega el papel del ser de las dos caras, puesto que por un lado es el Paraíso Divino, el fruto del Designio del Ego, y por otro el creador del Propósito Emotivo. 

Si ese Propósito resulta ser la negación de lo pensado por el Ego, no se debe a que Júpiter lo desnaturaliza, sino al hecho de que su semilla es plantada en una tierra que no es idónea para recoger de ella la siembra que se pretende. El Fuego, en el Agua, no puede subsistir, y sin embargo Júpiter consigue el prodigio de que esto sea posible. 

Queremos decir con esto que al comunicar Júpiter a Sol su secreta voluntad, no solamente lo informa del sentido del guión emotivo que le está elaborando Marte, sino también del fin perseguido por el Designio Primordial. Gracias a las fuerzas que bajan por ese Sendero, tomamos conciencia de que la experiencia sentimental que vamos a desarrollar es como un disfraz que oculta el auténtico Designio de nuestro Ego. Nos viene la prueba de que existe algo más allá de la historia emotiva que estamos viviendo y, demostrada la existencia de esa Sabiduría Primordial, actuará en nosotros como un aguijón que nos impulsará a conquistarla. 

Júpiter, al poner en nuestro corazón la miel de la Trascendencia, nos abre el apetito, la apetencia de esa ambrosía y ya para siempre seremos consumidores adictos de Eternidad.

Las realidades de la Columna de la Izquierda no necesitan ser demostradas, ya que se ven o se descubren por el camino de la experiencia. En cambio, la verdad inscrita en la Columna de la Derecha se encuentra dentro del envoltorio material y no se ve. En este Sendero circulan las evidencias que un día nos permitirán descubrirla. 

Dominaciones y Virtudes se dan la mano aquí para ayudar al peregrino que acude a ese Sendero para que la existencia de lo primordial le sea demostrada. 

A nivel humano, ese Sendero debe ser vivificado en cada uno de nosotros. Muchos se contentan con ostentar una Fe sin compromiso ante la realidad trascendente. Aceptan asistir a una ceremonia una vez por semana y consideran que ya han cumplido. Esa Fe necesita que su realidad sea demostrada. Cuando la razón comprende la existencia de lo primordial, entonces ya entendemos que es preciso funcionar de acuerdo con la máquina cósmica, porque cualquier otro comportamiento está condenado al fracaso.