El Árbol Cabalístico

0 de 88 lecciones completas (0%)

Módulo 6: el trabajo de los Senderos

Sendero 3

No tienes acceso a esta lección

Por favor, inscríbete o accede para acceder al contenido del curso.

El Sendero 3 es el llamado Inteligencia Santificante y es el Fundamento de la Sabiduría Primordial, llamada Creadora de la Fe. Sus raíces son Amén (Aleph-Mem-He-Noun). Es la madre de la Fe, que efectivamente emana de ella. Su letra regente es el Ghimel.

En este texto yetzirático encontramos planteado el misterio de Binah y su regente es el genio 18 Caliel. La Fe es un atributo de la Columna de la Derecha, que es la Columna de Abel y en la que trabaja la iglesia exotérica. Pero en la Derecha la Fe está viva, es positiva y al descubierto, sin el ropaje que aporta el Conocimiento. En Binah la Fe yace enterrada en el edificio material; la Fe se encuentra interiorizada y como muerta, pero es ella la que, desde el inconsciente, promueve las acciones de la persona. 

Debemos entender la Fe como el fermento divino interiorizado en el ser humano, que, no habiendo alcanzado aún la plena madurez, se presenta a la conciencia como el presagio de un estado futuro de plenitud. Esta fuerza actúa tanto si se la reconoce como si no. Si se reconoce, ese fermento impulsará a mejorar constantemente el comportamiento según los cánones de la moral. Si no se reconoce, impulsará igualmente hacia la mejora social, pero persiguiendo objetivos mundanos.

Sus Raíces son Amén, dice el texto yetzirático, es decir, son principio y fin. El Aleph inicial de esta palabra es la fuerza primigenia del Padre, que se interioriza en los materiales constructivos del Mem, se llena de la fe del He, para manifestarse con el máximo esplendor material (Noun). El Noun final, cuyo valor es 700, corresponde a la rama del Zaín (7), que es el Vav de Agua (Piscis), o sea la vía de liberación de las emociones y deseos, los cuales, sublimados, se convierten en semilla de realizaciones en una nueva esfera, en el Ayn (70), para interiorizarse y hacerse piedra en el Noun final. 

Esta tierra del Noun final no es firme, puesto que su ancestral es el Agua; de ahí la idea de que las raíces de Binah no sean firmes, de que sea una edificación provisional, para permitir a la humanidad hacerse y desaparecer cuando su función ya no sea necesaria. 

Vemos en esas raíces como el Fuego (Aleph) se une al elemento acuoso (Noun-Final), unión que se encuentra frecuentemente en los símbolos de la Columna de la Izquierda, constituyendo el objetivo de todos los que trabajan en el Norte del Árbol.

A nivel humano, el trabajo en este Sendero consistirá pues en interiorizar las fuerzas del Aleph (la Voluntad creadora) en lo material, proyectándolas hacia lo más hondo de la materia, construyendo con ellas una vida distinta, a otro nivel: Generando hijos. Multiplicar las formas de la divinidad será la misión, dando mil rostros a esa unidad fundamental de la que procede todo. Creando hijos, obras, estaremos realizando pues el trabajo de Binah, el del Sendero 3.