Cuando el Séfira supremo (el jefe, el que está más arriba) de la Columna de la Izquierda se encuentra bloqueado, es porque el Sendero (la flecha) que conduce de Hochmah a Binah está en descenso y los Senderos conducentes a Tiphereth y de Gueburah a Binah, están en ascenso (Retorno). Ello supone, por un lado, que las energías luminosas de Hochmah tienen que expresarse de una manera material (porque van hacia la materia). Por otro lado, hay una renuncia de la voluntad humana (Tiphereth) a ejercer su dominio en el mundo inferior, en provecho de la mente superior, de una mayor organización, y una renuncia igualmente de la fuerza que impulsa al trabajo (Gueburah), a realizarse en el mundo inferior. Binah tendrá que ser, pues, la administradora de la justicia de Gueburah y ejercer funciones centralizadoras de la voluntad, propias de Tiphereth.
Ya hemos visto que Binah es la madre, la productora de todas las cristalizaciones. La luz de Hochmah hará que esa cristalización sea brillante, esplendorosa, y como a Binah le resultará imposible ceder ese impulso espiritual, ni al Séfira que mueve las herramientas, Gueburah, ni al que moviliza la voluntad para las distintas actuaciones, tendremos que el talento creador o inventor, propio de la relación Hochmah-Binah, no podrá expresarse en la realidad material. Ello dará lugar al inventor con tendencia a frustrarse, al ser brillantes los conceptos que maneja y encontrar serias dificultades para que le escuchen y le hagan caso, viéndose en la obligación de realizar en sí las obras de ingeniería que tan brillantemente concibe. Es decir, sintiéndose en la obligación de practicar con el ejemplo.
Si cobras conciencia de tu situación, dedicarás tus afanes a la mejora interior, dándote cuenta que las leyes que permiten inventar una máquina son igualmente operativas en el interior y al aplicarlas al funcionamiento interno de tu máquina humana, mejorarás su rendimiento y te prepararás para el asalto final de la espiritualidad, que ha de suponer el cambio de itinerario en el Sendero Hochmah-Binah.
Pero si en tu Árbol de la Vida los canales inferiores están orientados hacia abajo, es decir, si en él ninguna otra tendencia ha sido espiritualizada, si Tiphereth actúa hacia Netzah, Hod, Yesod, persiguiendo varias liebres a la vez, la congestión de Binah puede situarte en la imposibilidad de realizar tus aspiraciones materiales; es decir, te costará utilizar tus recursos mentales, que serán brillantes, para la edificación de tu vida material y ello puede conducirte, si no lo remedias, a un estado de desesperación, sobre todo cuando veas que otros sí han realizado lo que tu concebiste. Tu actividad intelectual interna, siendo intensa, proyectará inconscientemente sus conceptos a otras mentes y serán ellos, los otros, quienes los convertirán en realidades materiales.
Esta paralización de la inteligencia práctica para fines inferiores, con malos aspectos, puede producir la paralización de órganos físicos, los del lado izquierdo, regido por Binah: inutilización del lado izquierdo del cerebro, sordera del oído izquierdo, paralización del brazo izquierdo, artrosis, artritis. En general, rigidez en articulaciones y huesos.
La congestión de Binah puede hacer que la fuerza del destino se exprese de una manera brillante, ya que renunciarás a ejercer parte de tu voluntad en provecho de tu destino, sea el que sea y también renunciarás a modificar el estado de cosas mediante el trabajo, siempre en cierta medida, ya que Gueburah y Tiphereth disponen de otras vías para manifestarse. La expresión del destino puede sentirse como una losa, ya que tendrá tendencia a mermar en algún sentido tu voluntad, porque sentirás como la obligación de orientarte hacia un camino concreto. También puede darte tendencia a enrocarte, a cerrarte alrededor de una idea.
El bloqueo de Binah suele dar rigidez, porque al sentir la fuerza del destino, crees que los demás deben seguir el mismo camino e intentas venderles tu moto.
El desbloqueo de Binah pasará por trabajar para salirte un poco de las normas (al menos del exceso de normas) y la rigidez y ser más tolerante, trabajando de forma activa la comprensión hacia los demás y el amor al prójimo. Plantéate todos los días comprender las razones que llevan a alguien que te rodea a ser como es. Dile te quiero a alguien de tu alrededor, con palabras o con hechos. Concédete un poco más de margen y tolerancia en tus acciones. Permítete cometer errores. Ten claro que la relación debe estar siempre por encima de la razón.
