Iniciación a los Misterios de la Vida

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Módulo 1: Por qué estoy aquí

Lección 2: Como es arriba es abajo

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Audio de la lección 2

Para dar respuesta a las principales preguntas que se formula el ser humano, es preciso ponerte en antecedentes sobre el diseño del mundo, sobre su organización jerárquica, porque cuando comprendamos cómo funciona la vida en el universo exterior, resultará más sencillo comprender el punto de arranque, el objetivo y el destino de tu propia existencia.  

Una galaxia es un organismo vivo y como tal puede compararse, a escala macrocósmica, con lo que es el ser humano, a escala microcósmica. Una pluralidad de galaxias podría equipararse a una pluralidad de hombres y si la unión de estos forma la humanidad, por similitud puede decirse que la totalidad de las galaxias constituiría el universo, lo que comúnmente llamamos el Cuerpo Divino

Para entenderlo mejor imaginemos que en las altas esferas todo funciona de una forma similar a como se desarrolla la vida en la tierra. Nos referimos a cuando las cosas se realizan de la forma adecuada, por supuesto. 

Hermes


En el antiguo Egipto, cuenta la tradición que encarnó un ser con conocimientos avanzados, llamado Hermes Trismegisto. Desarrolló una serie de conceptos que pueden ilustrar lo que tratamos de explicar. Uno de ellos rezaba: “Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba.” 

Hermes nos acercó con esta frase a la comprensión del universo. De ella se puede deducir que si uno estudia y comprende el funcionamiento de su cuerpo, será también capaz de entender las leyes que mueven la galaxia a la que pertenece o viceversa. Por ejemplo, en el cuerpo, arriba tengo la cabeza y abajo los pies. La primera es la sede del mecanismo que mueve el pensamiento, mientras que los pies sostienen el edificio físico. Si aplicásemos la realidad hermética podríamos afirmar que aquello que está (arriba), en tus pensamientos, será un día la realidad bajo la cual andarán tus pies (abajo). De este modo, se puede interpretar que los pensamientos tienen como finalidad convertirse en acciones, que su principal objetivo es volverse realidad. 

La energía producida por tus pensamientos tiene un poder mucho mayor de lo que puedes imaginar. Por eso es tan importante pensar en positivo, para obtener buenos resultados. De lo contrario, si piensas en negativo, esa negatividad se materializará, se plasmará en el dominio de lo concreto y se presentará en forma de circunstancias a vivir, de anécdotas. De ahí el dicho popular “piensa mal y acertarás”.

Para evitar que esto ocurra, lo ideal es ejercer un control sobre tus pensamientos y en cuanto te des cuenta que con una idea estás potenciando algo desagradable, cambia de reflexión, orientando tu pensamiento hacia una imagen positiva, hacia lo que quieres que suceda. Si piensas que fracasarás, lo harás. Y si no consigues redirigirlo tus pensamientos, canta en voz alta una canción alegre.

Por otro lado, si fomentas la unión, la armonía proyectando pensamientos positivos, esto será lo que atraerás y conseguirás que mejoren las relaciones a tu alrededor. Estarás siguiendo así esa ley hermética. Es una cuestión de sentido común.

Parece complicado, porque cada cual defiende intereses distintos y quiere imponer su razón, y nos movemos en un mundo en el que impera el egoísmo, pero si intentas elevar tu debate por encima de tus emociones, examinar los puntos de vista de los demás, tratando de entender por qué piensan de forma distinta, estarás más cerca. Escuchando con interés, es posible llegar a entender; la comprensión te llevará a aceptar la realidad del otro; y la aceptación trae consigo una voluntad conciliadora que permitirá que aparezca la armonía de una forma natural. Para ello, es necesario franquear las barreras que pone el orgullo y una de las principales claves para conseguirlo es la humildad.

El por qué de la humildad

Ser humilde significa abrir de forma voluntaria la mente a la persona en cuya presencia te encuentras. 

Es importante comprender la dinámica de tu comportamiento porque al hacerlo serás capaz de re-dirigir tu vida hacia donde te interese y te resultará más fácil cumplir tus objetivos.

Cuento de la taza vacía

“Según una vieja leyenda, un famoso guerrero va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a este, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios.

Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.

Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té.

Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.

Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena y que el té se está derramando por la mesa.

El maestro le responde con tranquilidad:

– «Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo?»

Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó:

«A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada

¿Como está tu taza en estos momentos?

Es importante comprender que una actitud humilde propicia la desaparición de los conflictos, porque cuando el interlocutor encuentra en ti un talante abierto que le permite expresar sus puntos de vista, desaparece su necesidad de enfrentamiento, se queda con la sensación que sabe más y tiene razón y el litigio, al dejar de alimentarlo, tiende a desaparecer. Así que la humildad puede ayudarte a solucionar problemas.

Además, cuando se cultiva la humildad, se pueden captar de los demás sus virtudes y aprender con ellas. Por el contrario, la actitud arrogante o la continuada controversia inducirán al otro a reservar su verdad, por miedo, por prudencia, por cansancio o para evitar el enfrentamiento. 

¿Te suena haber vivido situaciones en las cuales has tirado la toalla por no discutir? O al contrario, has discutido hasta darte cuenta que la controversia os llevaba a un callejón sin salida. ¿Cuál de estas dos dinámicas se repite más en tu vida?

Por otro lado, debes evitar confundir la humildad con el servilismo, el exceso de permisividad o la humillación.

Una cosa es ser humilde y la otra es dejar que te pisen. Cuando notes que una una situación, una relación, está minando tu autoestima es que algo no va bien. Sal de allí.

Comprender y aplicar día a día las leyes que imperan “arriba” te ayudará a conocerte mejor aquí “abajo”. A medida que te conoces y comprendes mejor tu realidad, empiezas a tener un mayor control sobre tu vida. Dejas de sentir que las circunstancias te sobrepasan, que las anécdotas se suceden sin que puedas evitarlo. Y empiezas a tener la agradable sensación que TÚ diriges tu realidad, que tienes el mando a distancia de tu vida y lo manejas con habilidad.

Tener el mando a distancia puede significar, por ejemplo, no permitir que los demás te hagan enfadar o te saquen de tus casillas con demasiada facilidad. Es no permitir que las circunstancias te desborden, es ocuparse en lugar de preocuparte.¿Cuándo ha sido la última vez que has perdido el mando a distancia?