El Código Hebraico

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8.- El Heith

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 La octava letra-fuerza es el Heith. Su símbolo son unas balanzas portadoras de la idea de equilibrio. El Zain, con su formidable impulso liberador y expansionador, lo ha desequilibrado todo y ha convertido la vida de la persona en un descomunal multi-compromiso que ata a las gentes y a las cosas y todo el mundo tira de ella hacia su lado, amenazando con despedazarle. Volver a una situación de equilibrio es una necesidad vital y el Heith aparece para cumplir esa función.

El Heith realiza funciones parecidas a las del Daleth, la cuarta letra que asegura la transición entre el ciclo de Fuego y el de Agua. Pero la transición que propiciará el Heith será la del ciclo de Agua al de Aire.  Es decir, es un conector y, al mismo tiempo, un evolucionador, porque nos lleva a transitar entre el pasado y el futuro, entre lo que fue y lo que será, porque es demasiado incipiente para que sea.

Como fuerza bisagra entre dos ciclos, las virtudes del Elemento que se va, el Agua, se encontrarán sublimadas, quintaesenciadas, poetizadas, de modo que en el Heith los sentimientos son pura inspiración, es una fuerza que se bate en retirada, pero que tiene todavía un peso. 

Por otra parte, las virtudes del ciclo que viene, el de Aire, aparecen como un presagio, como una intuición. Lo sublime del pasado y la intuición del porvenir son dos ingredientes que elevan a la persona a las alturas del arte. El Heith abre las puertas de todas las artes pero, en particular, del arte de vivir, los errores de su pasado emotivo la hacen prudente y la intuición de cómo han de ser las cosas en el futuro la predisponen a concebir las leyes por las que los seres humanos han de regirse.

Las emociones son un potente motor en el ser humano, pero no deberíamos dejar que condicionen totalmente nuestra vida. El Heith es la fuerza que nos ayuda a realizar ese tránsito tranquilo, amable entre lo que siento y lo que pienso que debo hacer.

Las leyes fueron dadas por Jehová a Moisés cuando la humanidad recibió el cuerpo mental, después de haber atravesado el mar Rojo y de haber vagado por el desierto. El cuerpo mental está en afinidad con el Elemento Aire, de modo que el Heith representa el punto en el camino en que la persona recibe el maná del cielo y, con él, la ley, la norma que debía permitirle transitar por el sendero sin despeñarse, llevando puesto el cinturón de seguridad. Del mismo modo que primero fue el órgano y después la función, también primero fue la ley y después el cuerpo mental con el que el ser humano debía descubrirla.

A nivel de Elementos, el Heith representa, pues, la transición entre el Agua y el Aire. En el orden de los fenómenos naturales, el Heith representa la evaporación que el calor del cuerpo mental produce en las aguas amargas del mar-emociones, tempestuosas y encrespadas. 

En el ciclo zodiacal, el Heith representa la transición entre Piscis, último signo de Agua y Libra, primero de los signos de Aire. En el orden sefirótico, el Heith corresponde a Hod, ese centro experto en leyes y en rigor.

En el Tarot, el Heith está representado por la lámina número 8 que lleva el nombre de la Justicia. En ella vemos una matrona, imagen del segundo He, que lleva en la mano derecha una espada, símbolo del discernimiento, del Elemento Aire, y en la mano izquierda unas balanzas en el punto fiel. 

Si la Justicia aparece en tu juego, interprétala como un afán no concretado aún de abandonar un mundo de valores sentimentales para entrar en el universo de lo razonable. Significa que algo que ha interesado enormemente dejará de interesar, porque el interés suele venir a través del aspecto emocional, y en el comportamiento primará la búsqueda de lo justo. 

En un mundo que se rige sobre el pedestal de los valores sentimentales y egoístas, la aparición de la justicia significará la automarginación de ese mundo y la conducta de la persona puede parecer incomprensible a los que lo observan, ya que, habiendo llegado a la etapa final del ciclo sentimental, es rica en sentimientos y en afectos, es amada y estimada, y aparecerá como una ingratitud el que defraude tantos afectos para iniciar el camino de la razón que consiste, en una primera etapa, en conciliar los intereses propios con los intereses de aquellos con los que nos encontramos enfrentados. 

Fin del egoísmo, comienzo del altruismo, así puede resumirse el sentido del Heith-Justicia.

Claves: equilibrio, enlace, conexión, evolución, inspiración, intuición, arte, ley, justicia, abandono, cambio de intereses, automarginación, altruismo.

Si quieres que el Heith actúe en tu vida y mueva alguna de sus claves, dibuja la letra en un papel, luego escribes en la parte de atrás lo que quieres conseguir.

Pliega el papel y lo pones cerca de tu documento identidad hasta que se cumpla. Lo mismo puedes hacer con cualquiera de las letras.

Kabaleb
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