El Código Hebraico

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18.- El Tsade

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 La decimoctava letra-fuerza es el Tsade. Vemos en la tabla que el Tsade se sitúa al final del segundo ciclo sefirótico, correspondiente a Yesod-Luna, el centro productor de imágenes, debajo de la letra Theith, la primera del Elemento Aire. 

Las primeras nueve letras representan en conjunto la fase de plantación Yod, auspiciada por Kether, y en ella asistimos al despliegue de la voluntad, creadora de todas las cosas. 

El segundo ciclo de letras, que van de la 10 a la 18, representan, en conjunto, la fase de interiorización He, auspiciada por Hochmah, en la que la sabiduría-amor instituye en los deseos la semilla de la voluntad. 

El tercer ciclo de letras, que van de la 19 a la 27, representan en su conjunto la fase de exteriorización Vav, esta será una fase de formación, actuando sobre la realidad física y estará auspiciada por Binah.

El Tsade, encontrándose en la etapa final de la interiorización, es, por así decirlo, la puerta por la que lo de dentro se vacía hacia fuera, o sea, que el Tsade anuncia la aparición de fenómenos que se plasmarán en el terreno físico.

Al hablar del Teith (9) dijimos que representaba la mujer, compañera del hombre. Siendo, pues, el Teith el eterno femenino, el Tsade representa la madre, portadora del fruto de próxima exteriorización, de modo que, en un sentido amplio, el Tsade anuncia la facultad de dar a luz, de exteriorizar algo.

En el Tarot, el Tsade está representado por la lámina número 18, que lleva el nombre de La Luna. En ella vemos una imagen de la Luna con dos perros ladrándole, mientras en un estanque el cangrejo lunar anuncia la existencia de una vida subterránea. Es una carta que no goza de buena reputación en el terreno mántico y, por lo que acabamos de decir, se comprenderá porqué, ya que anuncia algo oculto, escondido que, al parecer, modificará la situación de lo que estamos viviendo. 

No es que ese algo, lo que cambia, tenga que ser necesariamente malo y de hecho puede tratarse de algo positivo pero, dado que no somos ángeles, dado que nuestro estado evolutivo suele ser aún mediocre, es razonable pensar que algo de lo que hemos estado interiorizando y que por fin va a salir, puede ser un fruto poco apetecible.

Si la Luna-Tsade aparece en tu juego, interprétala en el sentido de que la situación que estás viviendo oculta algo, o sea, que en el asunto objeto de la consulta no hay una total sinceridad, por cuanto las palabras o la situación en sí están preñadas de algo que no aparece, que no se ve a simple vista, pero que aparecerá a continuación para hacer que las cosas sean distintas. Teniendo esto en cuenta, la interpretación que deba darse a la carta será positiva si el contexto del presagio es negativo y, viceversa, negativa si el presagio anuncia un hecho positivo, puesto que la cosa oculta que aparecerá modificará la situación, la girará. 

En todo caso, la carta anunciará algo que inevitablemente ha de ocurrir, puesto que ya hemos visto al estudiar el Séfira Yesod como es un simple colector de impulsos emanados de los demás Sefirot, de modo que la imagen, una vez formada, ya no puede modificarse y se manifestará en la vida como circunstancia emanada del interior de la persona.

Claves: interiorización, vaciado, fenómenos, dar a luz, cambio, algo oculto, modificación, falta de sinceridad, giro inesperado, inestabilidad.

Si quieres que el Tsade actúe en tu vida y mueva alguna de sus claves, dibuja la letra en un papel, luego escribes en la parte de atrás lo que quieres conseguir.