La quinta letra-fuerza es el He y representa la irrupción de un nuevo Elemento en las tareas creadoras: el Agua, gran propagadora de la vida universal y gran protagonista en nuestras vidas. El agua, como elemento filosófico, da lugar a la formación de los sentimientos, de las emociones, de los deseos. El He se convierte en un motor de acción por el movimiento que genera en las emociones humanas. Compramos más lo que nos gusta que lo que necesitamos.
Como iniciador de un nuevo ciclo, el He se encuentra en afinidad con el Aleph y si en este el potencial de las energías divinas penetraba en el ser humano, en el He es el potencial de los sentimientos el que irrumpe con fuerza, haciendo a la persona sensible a las realidades emotivas.
El Séfira que representa el He es Gueburah (por ser el quinto en el Árbol de la Vida), el llamado mar Rojo, y en Los Misterios de la Obra Divina ya ha quedado explicada la relación de Gueburah con el Elemento Agua, por estar situado en el Mundo llamado de Creaciones, que es el mundo del agua en el Árbol de la Vida.
De Gueburah, el He se lleva la capacidad de rectificar los errores emocionales que se cometan en el acontecer de la vida. El He genera la esperanza de que las cosas pueden mejorar, que van a cambiar para bien. Genera esa sensación interna que te empuja a seguir adelante aunque las condiciones no sean las más propicias. El He nos ayuda a ver la luz al final del túnel y a creer en algo que todavía no está presente en tu vida. El He te da esperanza.
En el zodíaco, el He corresponde al signo de Cáncer. El He también representa la fecundidad de nuestros campos y de nuestras obras.
Aquí empiezan las disparidades en el significado de los números entre el ciclo de 12 elementos, el zodiacal, y el ciclo de diez, el sefirótico, que hemos señalado en la introducción.
Mientras en el sistema instituido por el Dios de nuestro sistema solar, el segundo He de un ciclo es al mismo tiempo el Yod de un nuevo ciclo (como le sucede por ejemplo a Hesed en el Árbol de la Vida), en el modelo anterior, el zodiacal, tenemos que el He del primer ciclo y el Yod del segundo están separados: uno es el fruto portador de semillas y el otro la semilla propiamente dicha. Se conservan grabados de zodíacos primitivos en los que aparecen 16 signos en lugar de los 12 que hoy conocemos.
Aquí el He representará la plantación de la semilla emocional.
En el Tarot, el He está representado por el Papa, lámina número 5. La figura del Papa simboliza la Iglesia, la fe, el amor universal. Si el Papa aparece en el juego debe interpretarse como una movilización sentimental. Significa: poderío de los sentimientos, voluntad de realizar el programa de las emociones, fecundidad emotiva, disponibilidad para el amor. Con el He-Papa la persona se descubre a sí misma y parece decir: «yo primero, yo antes de cualquier otra cosa».
Cualquiera que sea el objeto de la consulta, la aparición del Papa indicará que no será la lógica ni la razón las que te moverán, como tampoco las consideraciones de tipo moral ni práctico, sino puramente las emotivas. El móvil de la acción es difuso, vago: no sabes muy bien por qué haces esto o aquello; tan solo sientes que tienes que hacerlo así.
El He es el creador de la fe, ya que representa el Agua y Cáncer es el primero dentro de su Elemento. Solo la fe, que es confianza viva, le permite participar en la existencia del principio más elevado. La carta anunciará, también, una fe naciente, indestructible, una confianza ciega en algo que no se puede ver. Y fecundidad en el objeto de la consulta, pero no inminente.
Claves: Activación de emociones, deseos, sensibilidad, rectificación, esperanza, fecundidad, fe, amor, poderío sentimental, confianza.
Si quieres que el He actúe en tu vida y mueva alguna de sus claves, dibuja la letra en un papel, luego escribes en la parte de atrás lo que quieres conseguir.
Pliega el papel y lo pones cerca de tu documento identidad hasta que se cumpla. Lo mismo puedes hacer con cualquiera de las letras.