Capricornio es el décimo signo del Zodiaco constituido y a la vez lo es también del constituyente (por Elementos). Es el primero de la trilogía de Tierra, en el que se concretan todos los impulsos de los tres ciclos precedentes: la voluntad de acción del Fuego, los deseos del Agua y la fuerza mental del Aire.
En el proceso creativo, los trabajos de Capricornio se realizan cuando han finalizado los de Géminis. Se encuentra entonces el peregrino rico en teorías y poco experto en cosas prácticas. Ha realizado la experiencia de la razón y cree que todo puede arreglarse con la lógica. En Capricornio aprenderá que hay otros valores activos en el mundo material y que para triunfar en los negocios, es menos importante ser inteligente que poseer el don de saber hacer las cosas en su día y en su hora.
Aquí la persona se verá obligada a poner en práctica sus teorías; deberá estar dispuesta a ensuciarse las manos; a cosechar experiencias de orden práctico y a transformar su saber teórico en saber real. Se dice en el Eclesiastés que hay un tiempo para cada cosa, tiempo para nacer y un tiempo para morir; un tiempo para sembrar y un tiempo para recolectar lo sembrado; un tiempo para reír y un tiempo para llorar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, y así en todas las cosas.
Lo primero que deberá aprender el nativo de Capricornio será el valor del tiempo; aprenderá que si inicia unos trabajos en un determinado momento, el negocio le saldrá bien y si lo hace en otro le saldrá mal. Y al final de la vida, si ha sabido sacar la lección de sus triunfos y de sus fracasos, habrá dado importantes pasos hacia el desempeño del papel de dios creador, que es la finalidad perseguida por todos los seres humanos.
El programa humano de este nativo consistirá pues, en edificar formas físicas, arquetipos y formas sociales, es decir, instituciones que den cabida a la vida social. Saturno, el planeta regente, es el creador de marcos del Zodiaco. Parte de su cometido consiste en reducir, concentrar, dar cohesión a las cosas y fragmentarlas (para que, por partes, puedan entenderse y analizarse mejor). Su papel es consolidador, estructurador y organizador.
Capricornio es el primer signo del ciclo de Tierra, no por su orden correlativo en el Zodiaco, sino porque, siendo un signo cardinal, la Tierra aparece como semilla, como potencial creador de todo lo que los seres humanos han construido a través de las edades.
La fuerza del Fuego penetra por Aries. La fuerza del Agua penetra por Cáncer. La fuerza del Aire penetra por Libra y la de Tierra penetra por Capricornio. Por consiguiente, Capricornio es signo de constructores, de los que ponen la primera piedra a toda edificación, material o espiritual.
En este signo encontramos la mayor parte de los arquitectos, ingenieros, los maestros de obra, albañiles y peones, y encontramos igualmente los edificadores de sistemas políticos, los legisladores, quienes edifican normas, reglamentos, los creadores de instituciones, los directores de empresa, quienes trazan caminos, puentes y vías de comunicación, tanto en sentido real como figurado. En una palabra: Capricornio es el organizador de la convivencia.
Si el Sol forma aspectos positivos, sus construcciones serán armónicas, sólidas, duraderas y estarán pensadas para el mayor beneficio y bienestar de las personas que disfruten de ellas. Si se ocupa de construir realidades sociales o de crear instituciones, las leyes que promulgue serán justas y beneficiarán a todo el mundo. Si es capaz de captar la parte oculta de su programa -aunque, de momento, esta clase de Capricornios no abunda-, construirá marcos físicos o sociales que favorezcan la expresión y el desarrollo del espíritu, escenarios adecuados para la meditación, para la búsqueda de una armonía interna, o dictará leyes que se adapten al discurrir cósmico.
En cambio, si los aspectos que se forman desde el Sol son disonantes, las consecuencias pueden llegar a ser muy graves porque sus edificios se desmoronarán debido a que los materiales empleados serán de mala calidad o, sin llegar tan lejos, en vez de proporcionar bienestar serán motivo de quejas por parte de sus usuarios. El edificio que se hunde puede ser también el de su propia familia. En el plano social, bajo el efecto de las disonancias, el nativo dictará leyes, normas perecederas, injustas o incompatibles con la ley cósmica. Las cosas a su alrededor tendrá poca solidez.
La búsqueda de la verdad para este nativo solo se realizará a nivel funcional: al pan, pan y al vino, vino. Positivista a ultranza, solo cree en lo que puede palpar. No suele complicarse la vida con elucubraciones metafísicas las cuales, por lo general, le parecen una lamentable pérdida de tiempo. Si a cualquier Capricornio se le pregunta qué es lo que suprimiría en el mundo (si tuviera la capacidad de hacerlo) probablemente contestaría sin vacilar que a los filósofos, los soñadores y los místicos, ya que para él no ejercen ninguna función social concreta que se traduzca en rentabilidad. Por lo tanto, sobran.
Cuando una persona nace con un programa determinado, la naturaleza le facilita las condiciones adecuadas para poder llevarlo a cabo. En este caso se tratará de la materia prima necesaria para construir cualquier cosa en el mundo físico, es decir, dinero. El nativo dispondrá generalmente de medios económicos importantes y de un gran poder realizador. Tendrá un fácil acceso a los puestos directivos de la sociedad.
El oro material es la cristalización de la luz, que es el oro espiritual y precisamente por disponer en abundancia de lo uno carecerá de lo otro, ya que ambas cosas necesitan de un arduo trabajo para ir unidas. Capricornio no es un signo risueño. Sus nativos suelen ser de apariencia fría y calculadora, con poco calor humano. Al observarlos, uno tiene la impresión de que están abrumados por las responsabilidades, con cara permanente de preocupación y de estrés, como si sus espaldas fueran las columnas del gran templo de la materia.
La configuración del mundo material depende en gran parte de los signos de Tierra y, sobre todo, del primero. En el mundo mineral, Capricornio rige la piedra y esta simboliza a su vez la dureza, el dogmatismo, la poca flexibilidad y la rigidez mental de la que suelen hacer gala estos nativos. Cuando tienen una idea en mente, es muy difícil hacerles cambiar de parecer. Su alto sentido de la responsabilidad y su fidelidad a la palabra dada se cuenta entre sus mayores virtudes.
El Zodiaco es un camino evolutivo por el que todos debemos necesariamente pasar a lo largo de nuestras vidas. Cuando se llega a Capricornio nos hemos hecho ya espiritualmente, emotivamente, intelectualmente y ahora, tenemos que construir nuestra morada material, la nuestra particular y la de la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Volcados en la tarea material, muchos son los Capricornio que olvidan su patria espiritual y se guían no por las reglas morales, ni siquiera por la fuerza de la razón, sino únicamente por los resultados prácticos. Y son esos resultados los que los devuelven a la espiritualidad, ya que, decíamos a principio, sus fracasos y sus triunfos les harán descubrir que vivimos en un mundo en el que todo está ordenado por una inteligencia cósmica y si se procede de acuerdo con este orden, todo irá bien y si se actúa de espaldas a él, todo irá mal.
Primer Decanato de Capricornio
El primer Decanato de Capricornio cubre los grados que van de 0 a 10 del signo, es decir, los nacidos del 22 al 31 de diciembre (aproximadamente). Es el Decanato Yod, regido por Saturno, que es al mismo tiempo el regente de todo el signo. En el orden sefirótico está regido por Kether. En el Tarot es el domicilio del as de oros. Es un Decanato de presente.
En este Decanato se realizan los trabajos propios del signo. Este Decanato contiene las semillas de todas las edificaciones materiales que existen, entendiendo como materiales tanto las construcciones físicas: casas, ciudades… Como las instituciones sociales que constituyen el engranaje del funcionamiento de la sociedad, en lo que tienen de organización material de los componentes humanos.
En este Decanato se encuentran los más genuinos capricornianos, los constructores de ciudades y edificaciones de la convivencia, del orden social. Saturno, el planeta regente del signo, es la morada material del tercer aspecto de la divinidad, conocido en las sociedades iniciáticas con el nombre de Gran Arquitecto del Universo. Es el encargado de diseñar los prototipos de las construcciones materiales y utiliza a los capricornianos del primer Decanato como mano de obra, comunicándoles sus ideas y convirtiéndolos en un semillero vivo de pensamientos constructivos. Ellos serán pues los grandes constructores de la sociedad, tanto en sentido material como espiritual y aunque no ejerzan esa facultad como profesión, lanzarán sus ideas al vuelo y estas serán captadas por personas que las pondrán en práctica, consciente o inconscientemente.
Los que tienen en sus temas ese Decanato activado, serán, pues, los creadores de los arquetipos materiales. Serán los arquitectos que concebirán los edificios y de ellos dependerá el confort y la comodidad de los ciudadanos. Es muy importante que en el tema de estos capricornianos, Saturno esté bien aspectado, sobre todo con sus subordinados Mercurio y Marte, planetas que actúan estelarmente en todas las edificaciones, porque entonces levantarán edificios sólidos, realizarán obras de ingeniería que aguantarán y elaborarán leyes justas que contribuirán al bienestar de las personas.
Los buenos aspectos sobre este primer Decanato han de dar, pues, concepciones felices. Los interesados establecerían esquemas de construcción que aportarán el bienestar y permitirán a los ciudadanos desarrollar en esas construcciones los aspectos superiores de sí mismos.
En ese Decanato, bajo aspectos armónicos, deben ser reclutados los arquitectos que han de construir edificios que sirvan a los ciudadanos como cuarteles generales de su intimidad, disponiendo de habitaciones para crear, para soñar, para sentirse libres. Podemos decir que los de este Decanato son los creadores de la libertad íntima, los que facilitan al ciudadano las raíces de su libertad. En el aspecto social, ahí se reclutarán los gobernantes que piensan en construir un edificio que sirva para todos, de acuerdo con las reglas del arte real. Serán los artífices de una sociedad justa, equilibrada y estable.
En cambio, con un Saturno mal aspectado pueden ser protagonistas de una catástrofe. Es preferible que no se dediquen a construir, porque sus edificios no aguantarán, se derrumbarán.
Los malos aspectos, en general, darán construcciones caóticas que no aguantarán, estarán mal concebidas o bien se tratará de proyectos de edificaciones perversas: fábricas ruidosas, establecimientos nocturnos indeseables o instituciones que irán en detrimento del ciudadano y constituirán una desorganización de su vida.
En el plano social, esas disonancias darán leyes incompatibles con la ley moral, la cósmica, la divina, dando lugar a la edificación de instituciones que nacerán con un defecto que las hará ineluctablemente provisionales y perecederas.
Todo lo que es estable ha sido un día elaborado por ese primer Decanato, de modo que será muy importante observar lo que ocurre en él, porque ese Decanato es el que ha de decirnos si lo que edifica la persona aguantará.
Si en su tema se producen malos aspectos sobre ese sector, por muchas que sean sus cualidades, a la hora de construir en sólido, las cosas le fallarán y será la idea-germen de la construcción lo que falle, es decir, la concepción de la cosa. Puede tratarse de un cuerpo mal concebido, con el Ascendente mal aspectado en ese sector; dinero que no encuentran el canal adecuado, con las Casas II o la VIII; ideas o manifestación moral de la personalidad inadecuadas con las Casas III y IX; hogar mal concebido con la IV; suerte inadecuada con la V; enfermedades y servidumbres con la VI o la XII; matrimonio inestable con la VII; profesión inapropiada con la X; amistades y proyectos perversos con la XI.
Es decir, lo que se encuentra en esa parte del Zodiaco no aguantará o necesitará de bastante esfuerzo con malos aspectos o se derrumbará cuando, por tránsito, las disonancias se produzcan en ese sector.
Los buenos aspectos, por el contrario, harán que la parte que rija este Decanato, en lo que se refiere a Casas Terrestres, aguante todas las tempestades, aunque aspectos contrarios proyecten su amenaza contra lo inscrito en el primer Decanato de Capricornio. Como ya hemos dicho, tienen mucha importancia la posición de los planetas y sus aspectos en este Decanato, ya que en signos de Fuego, Agua o Aire un mal aspecto puede dar malas cualidades morales, malos sentimientos o malas ideas, y estas siempre pueden rectificarse. En cambio, cuando se construye algo de orden material, solo se puede rectificar destruyéndolo. La actriz Ava Gardner tenía el Sol en este Decanato.
Segundo Decanato de Capricornio
El segundo Decanato de Capricornio cubre los grados que van de 10 a 20 del signo, es decir, los nacidos del 1 al 10 enero (aproximadamente). Es el Decanato He, regido por Venus, que es al mismo tiempo regente de Tauro, signo He de Tierra. En el orden sefirótico está regido por Hochmah. En el Tarot, es el domicilio del 2 de oros. Es un Decanato de anticipación o futuro.
En este Decanato se realizan además de los trabajos propios del signo, trabajos de anticipación, correspondientes a Tauro.
Tauro es el signo del bienestar, el de los goces, de manera que aquí se reclutarán preferentemente los arquitectos de residencias secundarias, de mansiones de reposo, concebidas para el placer. Serán igualmente los edificadores de conjuntos residenciales, de casinos de juego, de teatros y locales para el espectáculo; los diseñadores de parques y jardines, de hoteles de lujo, de piscinas y estanques.
En el primer Decanato se construye para la necesidad; en el segundo para el amor, para el gusto, para el placer. En el primero, lo importante es cobijar el mayor número posible de personas, en el segundo Decanato lo importante es el confort de las gentes que lo habitan.
También aquí se tratará de edificar el mundo material en el que las personas viven, tanto en lo físico como en lo social, pero las fuerzas de este Decanato ya no impulsarán a la persona a concebir las estructuras, sino que su misión consistirá en buscar el terreno adecuado para ubicarlas.
Si el primer Decanato ponía de relieve la figura del arquitecto, este segundo Decanato pone de relieve la del ingeniero, al cual compete calibrar la calidad del terreno, su capacidad de aguante y la elección del material adecuado para la construcción.
También aquí se tratará de edificar el mundo material, tanto en lo físico como en lo social, pero las fuerzas de este Decanato ya no impulsarán a la persona a concebir las estructuras, sino que su misión consistirá en buscar el terreno adecuado para ubicarlas.
Por extensión, este segundo Decanato «trabajará» con la empresa constructora en la búsqueda de solares donde situar la edificación.
A nivel social, los nativos de este Decanato serán los que trabajen en adecuar las ideas del líder a las estructuras emotivas del pueblo, haciendo que esas ideas sean asimilables por la masa.
De un modo u otro estas personas serán siempre la tierra en la que la semilla o germen de la nueva edificación ha de crecer. Si los del primer Decanato van a la construcción por vocación, que es una forma de expresión de la voluntad, estos se verán llevados a la edificación de la sociedad y sus habitáculos por las circunstancias, que es una forma de expresión del amor, puesto que ya dijimos, al estudiar los atributos de la Divinidad, que Hochmah-Amor lleva a la perfección lo que la voluntad ha iniciado sin que ello cueste un esfuerzo suplementario a la persona. La circunstancia que propicia una realización es una manifestación de ese amor divino que se expresa como una posibilidad de hacer aquello por lo que tanto se luchó.
Si el diseñador de una ciudad es un arquitecto del primer Decanato (regido por Saturno), primará en ella lo utilitario, pero si es del segundo Decanato (regido por Venus) primará la estética, la belleza del conjunto, dotará la ciudad de zonas verdes, de jardines para juegos. En Capricornio se construye no solo en el aspecto material, sino, como hemos dicho, en el espiritual. Si lo que construye el capricorniano del segundo Decanato son leyes, reglamentos, si genera instituciones, lo hará pensando en los que tendrán que soportadas, introducirá en ellas el aspecto Amor; mientras que el primer Decanato solo buscará lo justo, lo necesario.
Con buenos aspectos sobre este Decanato, tendremos al constructor de la ciudad del futuro, al que pone los cimientos de esa nueva Jerusalén, que ha de ser la ciudad de la era del ser humano, aquella en la que solo será posible sentirse feliz. Llevarán a la persona a encontrar la buena tierra en la que edificar, la feliz circunstancia que le permitirá realizar su cometido sin problemas. Tanto si trabaja con las ideas para la edificación de la sociedad, como con los materiales en firme para la construcción, su obra se ubicará felizmente en el espacio elegido. Nuestro anterior monarca, Juan Carlos I, ha nacido con el Sol en este Decanato.
Los malos aspectos, por el contrario, darán terrenos poco firmes, de modo que las edificaciones no serán sólidas, debido a la mala elección por parte de la persona del espacio reservado a ellas. Las circunstancias conducirán, evidentemente, a ese tipo de elecciones, y no será una casualidad el que sea así, sino que se tratará de una obligación que proviene del ancestral pasado de la persona. Probablemente en otra vida, en otro tiempo, concibió edificios poco sólidos y ahora se encuentra con que lo expresado por su voluntad se ha convertido en su circunstancia.
Con disonancias puede aparecer también la figura del especulador de terrenos, del que se aprovecha de recalificaciones para comprar a bajo precio antes de que se haga público en beneficio de unos pocos. Si los malos aspectos provienen de Saturno, sus edificios pueden hundirse igualmente, pero los clientes atrapados en la catástrofe serán potentados. También dará al constructor de ilusiones, al que concibe proyecto utópicos, demasiados avanzados para su tiempo.
Todos tenemos este Decanato en algún lugar de nuestro Horóscopo, de modo que tanto en el sentido positivo como en el negativo debemos aplicar lo que estamos diciendo a nuestra realidad particular.
Si un Ascendente en el primer Decanato dijimos que, con malos aspectos, podría dar lugar a una persona mal concebida, el Ascendente en el segundo Decanato dará la malformación debido a una circunstancia desgraciada, un percance, una enfermedad, y así lo aplicaremos al sector de nuestra vida que nos indique la Casa Terrestre activa en este segundo Decanato.
Con buenos aspectos, este segundo Decanato es una garantía de vida sin problemas materiales, puesto que Venus lo cubre con su manto protector, de modo que la persona será próspera y sus negocios le darán buen rendimiento y abundancia. Representa un anticipo de lo que será para ella la vida en Tauro, pero notemos que mientras en la perspectiva de los demás Elementos, las etapas anticipadas representan un deseo de la persona de progresar más rápidamente, aquí se trata de llegar a la etapa de los goces antes de haber realizado el trabajo que debe procurarlos. De ahí que, incluso con buenos aspectos, esta persona tenga tendencia a construir lo que rinda más, no importándole el prestigio o el trabajo bien hecho, sino el beneficio. Sus goces anticipados le serán deducidos en su próxima etapa y ni ahora ni después disfrutará del placer maduro, venido a su tiempo.
El ex-presidente norteamericano R. Nixon, Stephen Hawking y Elvis Presley tienen su Sol en este Decanato.
Tercer Decanato de Capricornio
El tercer Decanato de Capricornio cubre los grados que van de 20 a 30 del signo, es decir, los nacidos del 10 al 19 de enero (aproximadamente). Es el Decanato Vav, regido por Mercurio, que es al mismo tiempo regente de Virgo, el signo Vav de Tierra. En el orden sefirótico está regido por Binah. En el Tarot, es el domicilio del tres de oros. Es un Decanato de anticipación o futuro-futuro.
En este Decanato se realizan, además de los propios del signo, trabajos de anticipación, correspondientes a Virgo. La asociación de Capricornio (signo de las construcciones) con Virgo (signo de demoliciones) une en un mismo haz las ideas de construcción y de derribo, de manera que los adscritos a este Decanato participarán en las tareas de Capricornio derribando los edificios para dar lugar a nuevas construcciones.
Será la persona que levanta recintos de feria, por ejemplo, donde se instalan barracones que desaparecerán con la feria; el diseñador de campings, de todo lo que es provisional. -El alcalde de Barcelona, Pascual Maragall, ha nacido con el Sol en este Decanato, y precisamente fue el encargado de organizar los Juegos Olímpicos de 1992, numerosas de cuyas estructuras, al finalizar, fueron desmanteladas. En el dominio de las construcciones espirituales, será el legislador de leyes de excepción, de reglamentos provisionales y de todo lo que no es definitivo.
Siendo Virgo el signo que rige la tercera edad, será el arquitecto de geriátricos, de mansiones de reposo o de clínicas para ancianos y también el especialista en recuperación de solares para nuevas construcciones, el remozador de fachadas.
Mercurio, como regente del Decanato, siendo el planeta de la lógica y la razón, pondrá mucho discernimiento en estas personas, de modo que su trabajo de demolición se llevará a cabo con rectitud. En el terreno social, estas personas se encontrarán siempre en la oposición de los partidos, de los gobiernos, de las sociedades civiles o políticas en las que estén actuando, ya que sus impulsos interiores los llevarán a ser los artífices de lo contrario de aquello que por otro lado defienden, de manera que si la tendencia que defienden alcanza el poder por dentro de la sociedad en la cual trabajan, los nativos de ese tercer Decanato cambiarán pronto su óptica y entrarán rápidamente en desacuerdo con sus demás compañeros que defendían la misma tendencia.
Los buenos aspectos sobre este Decanato harán que ese proceso se efectúe armoniosamente, de forma que la persona derribará, tanto en un sentido físico como en su labor profesional, como en el plano moral, social o político, aquello que realmente debe ser derribado para que una construcción más adecuada pueda levantarse en aquel espacio. En tal sentido, esta persona será portadora de porvenir, anticipándose a su tiempo de una forma inmediata, es decir, creando futuro inmediato y siendo así la más eficaz colaboradora de su colega del primer Decanato, quien ha de construir en los terrenos que él dejará libres.
La influencia positiva de Mercurio, como ya hemos dicho antes, hará que actúe de una manera lógica y que los derribos que propone sean realmente aquellos que toda la sociedad necesita y desea en la etapa inmediata a la que se encuentra, de modo que será quien olfatea lo que está en el horizonte, instalando su campamento en él.
Gracias a estas personas, lo viejo desaparecerá de las ciudades para dar un paso a un rejuvenecimiento, tanto a nivel material como anímico. Los aspectos armónicos indicarán que su edificio humano es perfecto. El filósofo esoterista Mikael Ivanov tiene su Sol en este Decanato.
Pero si los aspectos son disonantes, no solo los edificios amenazarán ruina, sino que también su cuerpo correrá el riesgo de desplomarse. Las disonancias acentuarán el aspecto destructor del Decanato, dando una necesidad de derribar desligada de la posibilidad de construir. Será quien trabaja en una empresa de derribos que se complace en destruir solapadamente edificios históricos o catalogados como típicos. En el terreno social, estará en la oposición por principio, porque será incapaz de integrarse en cualquier empresa constructora.
Si en su carta astral el aspecto ideológico se expresa con fuerza, preconizará un futuro tan alejado del presente, que si consigue que se destruya lo levantado para levantar ese futuro, se verá después lo utópico del propósito y nada podrá levantarse sobre lo que él destruyó. En su propia vida, esta persona derribará antes de levantar y su existencia se caracterizará por sus rupturas con el pasado.
El Ascendente en este tercer Decanato, con malos aspectos, puede dar lugar a la persona víctima de accidentes, de explosiones, de una casa que cae en ruinas, de un puente que se hunde; tendrá tendencia a quedar aprisionada entre escombros. Su estructura orgánica interna se verá amenazada de derribo si la tendencia de los malos aspectos es interiorizadora y no exteriorizadora.
Si los planetas violentos confluyen sobre este Decanato formando muchos aspectos, puede ser el dinamitero, quien pone la bomba en las estructuras. Capricornio ofrece la materia prima para la elaboración de las estructuras físicas, empezando por las nuestras. En el cuerpo físico, este signo rige el esqueleto y los buenos aspectos que reciba serán indicio de que los materiales con que se está edificando el esqueleto son firmes. Los malos aspectos, por el contrario, indicarán que la selección de los materiales no ha sido bien realizada, debido a que en anteriores ciclos evolutivos, -los correspondientes a Fuego, Agua y Aire (actuación moral, sentimientos e ideas)- se han producido errores que ahora repercuten en la estructura física. Stephen Hawking tenía Mercurio en este Decanato.
En el primer Decanato el material no será firme desde el origen, o sea que la persona puede ser enclenque, debido a una actuación moral defectuosa. En el segundo Decanato será la defectuosidad del Yo emotivo lo que producirá circunstancias que llevarán a la persona a enfermar. En el tercer Decanato el error provendrá del mental y los huesos se le quebrarán en un momento de su existencia debido a derribos, accidentes, explosiones.