Carla me contó que su hijo le había explicado que a veces, cuando estaba en clase escuchando a su profesora, de pronto pasaba volando una mosca y él seguía al insecto hasta la República Dominicana y al cabo de un rato, cuando volvía de allí, la clase ya se había acabado. Esto le suponía haberse pedido la clase entera. La capacidad que tienen los Acuario para abstraerse y desaparecer de la realidad es realmente alucinante.
Acuario, signo fijo, el segundo de Aire, es el penúltimo signo del zodíaco constituido, pero el octavo del zodíaco constituyente. Es el He de su Elemento y el Vav de los signos fijos. Representa el estadio de interiorización de las ideas, del pensamiento, realizando las mismas funciones que Leo respecto al Elemento Fuego y que Escorpio respecto al Agua.
Acuario es un signo interiorizador, así que necesita bucear en su interior para encontrar las respuestas que busca, por eso es el signo de las entelequias, de los comecocos, de los que les dan tantas vueltas a las cosas que se aburren a sí mismos. Necesita conocer los procesos internos y eso le lleva a tener que buscar una cierta soledad que le permita auscultarse. Por eso a veces son criticados por sus congéneres porque son capaces de estar en medio de una reunión o de una fiesta y abstraerse e ir a dar una vuelta a Cancún.
Si tienes un hijo Acuario, cómprale legos, juegos de construcción y puzzles, juguetes que puedan desmontar.
Acuario es el templo de la inteligencia, ese mítico templo del Rey Salomón, cuyas medidas Yavé dio al rey David y que nunca llegó a terminarse. Es la obra inacabada que todos tenemos el deber de edificar en nuestra naturaleza interna, vida tras vida. Es un templo concebido para que tenga tantas moradas como fuerzas activas existen universo, a saber, las representadas por los planetas, por los signos de zodíaco, los grados, los 72 genios de la cábala, los Elementos y toda fuerza activa en nuestro universo.
A través de Acuario nuestra inteligencia procede a un inventario de las distintas calidades energéticas, las repertoria, las clasifica y va constituyendo lo que finalmente será el edificio del saber humano. Es una obra colectiva, en la que cada uno pone su grano de arena. Lo que hacemos a través de Acuario pasa a ser patrimonio común de la humanidad, y cuando nacemos nos encontramos con ese templo a medio hacer, que es una especie de inteligencia heredada de nuestros ancestros.
Acuario es el segundo signo de Aire. A través del primero, Libra, las fuerzas del pensamiento penetran en el ser humano y lo llevan a descubrir el mundo de la razón. A través del segundo, Acuario, el pensamiento se estaciona, construyendo, como hemos visto, el edificio de la razón, a través del tercero, Géminis, el material razonable será exteriorizado sobre la sociedad para que después de ser personas razonables por dentro, podamos construir una sociedad razonable.
En Acuario, el pensamiento ha penetrado en el interior de la persona y ha arrojado de ella la ley sentimental (se supone) hasta entonces vigente, para instaurar la ley de la mente. Ya no ve las cosas como el resto de la humanidad. Desde su interior contempla las analogías universales y es capaz de expresar en un dominio lo que es verdad en otro plano muy distinto. Esto le lleva a interpretar correctamente las analogías.
De la observación del funcionamiento interno de las cosas nace la ciencia, por eso la astrología atribuye a Acuario los descubrimientos, los inventos y las innovaciones en todos los campos. En efecto, el hecho de comprender en su totalidad un proceso interno cualquiera permite, como consecuencia, ser capaz de llevar a cabo una elaboración externa del observado.
Por ejemplo, el análisis del funcionamiento del ojo ha hecho posible el invento de la máquina de fotografiar y la ciencia actual ha creado todo un arsenal de objetos que imitan a la perfección los órganos del cuerpo humano.
De ahí que el acuariano sea el inventor, el descubridor, el que traduce una ley universal a un esquema particular. Al llegar a Acuario se puede contemplar ya la armonía de los mundos, la unidad del universo, pero la humanidad no ha alcanzado aún la altura del ideal de este signo y el puro Acuario es un ejemplar raro. Lewis Carrol, el de Alicia en el país de las maravillas, Mozart, Edison o Julio Verne, uno de los mayores inventores de todos los tiempos fueron Acuarios ilustres. Ya sé, estarás pensando que me he equivocado, que Verne era novelista, pero en realidad era un inventor camuflado, porque si lees sus novelas, verás que el 80 por ciento de los artilugios que inventaba, han sido patentados más tarde, como el submarino o el helicóptero.
Podemos aplicar este razonamiento a todos los campos, por ejemplo, en el filosófico, observando de cerca las distintas reacciones del comportamiento del ser humano, el nativo de acuario debería ser capaz, si se aplica en ello, de establecer una ley de enunciar las pautas que determinarán este comportamiento.
La astrología moderna ha atribuido a Urano la agencia de Acuario, al existir numerosos puntos convergentes entre los valores acuarianos y los uranianos: la sed de libertad, la creatividad, la originalidad, la necesidad de romper moldes, etc.. Pero la cábala nos enseña que Urano, debido a su altísima frecuencia vibratoria, no puede ostentar la regencia en ningún signo y atribuye a Saturno la de Acuario. Lo estudiaremos cuando abordemos los planetas.
Saturno es el supremo creador de formas, el estructurador del zodíaco, es gracias a su influencia que los nacidos bajo el signo de Acuario logran cristalizar en el mundo físico todas sus creaciones mentales. Y este planeta le comunicará también su ascetismo y su rigor, que se transformará aquí en rigor intelectual.
Acuario es el signo de la fraternidad universal, no la que nace de la pertenencia a una misma sangre, sino la que procede de un mismo linaje espiritual, la amistad. En esta estancia zodiacal, uno descubre que una especie de red invisible lo relaciona, no solo con sus allegados más cercanos, sino con toda la raza humana en su conjunto.
El programa profundo de este nativo consiste en encontrar a las personas que se ajusten la perfección a su esquema de construir sociedades ideales con las que mejorar la convivencia entre los seres humanos, con las que establecer una comunidad de pensamiento. Cuando se encuentra entre personas que comulgan con él a nivel intelectual, Acuario se siente seguro y protegido, hasta tal punto que a veces llegará a preferir la presencia de sus amigos a la de sus familiares más cercanos.
Tiene de forma intrínseca el sentimiento de pertenecer a la globalidad, y este nativo es el que mejor preparado está para entender y aplicar la visión holística del universo.
Absorto en la contemplación de los procesos internos de todas las cosas, lo demás le parecerá sin importancia y tenderá a aparcar un poco la vida social y sus ritos, de ahí que se le considere normalmente como alguien imprevisible, poco formal e impuntual. Le reprocharán en ocasiones de estar como un poco ido, o ausente de todo cuanto ocurre su alrededor.
Como todos los signos, Acuario tiene una parte sublime, la que acabamos de describir y su aspecto convencional. Se manifestará uno otro dependiendo del nivel evolutivo de la persona. Si es incapaz de utilizar el carburante divino, es decir, las energías que el cosmos ha puesto a su disposición para crear, inventar e innovar nuevos objetos, nuevas filosofías, nuevas formas de convivencia, etc., la originalidad seguirá siendo para él una necesidad, pero en vez de manifestarse por dentro será solo exterior. Entonces el nativo hará siempre grandes esfuerzos por destacar, por ser distinto de los demás, por buscar estar a la última moda, llevará ropa chillona o extravagante. Le encantará que le tachen de bicho raro.
Si se acerca al mundo de la cultura, será para defender ideas convencionales o para asistir a todo tipo de actos pseudo culturales en los que importa más la forma que el contenido, en los que uno va a lucir el último modelito.
Este tipo de nativos, en un momento u otro de su vida, se plantea un reto, el que consiste en superar el nivel de convencionalismo y elevar su pensamiento a las alturas sublimes para que se vuelva creador. Si no lo hace, las energías desperdiciadas irán creando un poso, que con el paso del tiempo, puede pasar de provocar insatisfacción y angustia vital, a desembocar a estados de desequilibrio mental, ya que se trata de un signo de Aire.
En Acuario, la razón le gana definitivamente la partida a las pasiones y la persona empieza a actuar con otros criterios. Se ha escrito mucho sobre cómo será la sociedad de Acuario y sobre si estamos en ella o no. Reconoceremos que hemos alcanzado la era de Acuario cuando la sociedad ya no actúe con criterios emotivos, cuando el desarrollo de los pueblos ya no se mida por su capacidad destructora y cuando se admire a los seres humanos por su bondad y su humildad y no por su arrogancia.
A través de Acuario la inteligencia contempla las esferas en movimiento y ese espectáculo le hace enmudecer de admiración. De este signo ha nacido la ciencia de la astrología moderna.
Los que captan las vibraciones superiores de Acuario serán las columnas de la obra divina, los que llevarán las leyes del cielo a la Tierra. Al final, los acuarios son los avanzados que viven más en el futuro que en el presente, y esto es algo que siempre resulta incómodo, pero el signo de Géminis está la vuelta de la esquina y entonces recogerán el aplauso unánime de la sociedad.
Los aspectos planetarios disonantes sobre Acuario pueden perturbar la asimilación del pensamiento solo en el plano filosófico, la persona puede cometer errores de interpretación, no asimilando correctamente el pensamiento expresado. En la vida mundana puede no ser claro o mal interpretar las palabras y las ideas de sus interlocutores y no interpretará las leyes según su espíritu. Además, como Acuario no suele expresarse en términos pasionales, que delatarían que sus conceptos son erróneos, sino que expone sus ideas en términos razonables, puede ser un maestro del arte de justificar sus propios instintos, arrastrando a todo el que le escuche a pensar lo mismo.
Los malos aspectos pueden dar también una gran excentricidad, frialdad notoria y un desapego total hacia el mundo que le rodea, será la persona máquina, el frío tecnócrata, el científico sin escrúpulos, totalmente desprovisto de emotividad y sensibilidad o bien el intelectual cuyos conceptos son totalmente erróneos.
Un excesivo número de planetas en Acuario promueve la abstracción, la falta de calor humano, lo impersonal, quien no cuenta con el factor humano al planificar.
En el proceso creativo, Acuario está regido por Hod. En el zodíaco constituido, su regente es Saturno. Los astrólogos modernos, tras el descubrimiento de Urano, le han atribuido este planeta en regencia, pero como he comentado antes Urano no puede encajar en Acuario.
Este signo pertenece al Mundo Cabalístico de Formación solo dentro de ese mundo corresponde a la etapa de Creaciones por ser el segundo signo de su Elemento.
Todos tenemos Acuario en alguna parte de nuestra carta natal y la Casa terrestre que ocupa el signo nos indicará el dominio en el que debemos ejercer sus cualidades.
Las dos octavas horas (la 15 y la 16) a partir de la salida del Sol se encuentran bajo el dominio de Acuario y es en ellas que mejor podremos imbuirnos de su mensaje.
Las profesiones más idóneas para Acuario pueden ser: invención, descubrimiento, innovación, búsqueda, técnico, científico, instalador de antenas, profesiones relacionadas con el futuro, constructor de naves espaciales, astronauta, filósofo, motores, fábricas de coches, de aviones, de barcos, controlador aéreo, cine, televisión, electricidad, electrónica, astrólogo, informático y todo cuanto tenga que ver con la mecánica oculta de las cosas.
Claves: Intuición, lógico, altruista, rebelde, telepatía, amistad, curiosidad, despiste, desconexión, fraternidad, búsqueda, invención, descubridor, innovador, ingenioso, tolerante, individualista, tímido, atracción, magnetismo.
Para encontrar las claves negativas, solo tienes que buscar la contraria a la positiva.
Clave principal: Descubrir los mecanismos cósmicos. Bucear en tus propios pensamientos. Descubrir el valor de la amistad.
Apunte final: El objetivo de Acuario es comprender cómo funcionan las cosas por dentro y para conseguirlo deberás bucear en tus adentros. En más de una ocasión los de fuera se quejarán de que no les prestas atención y tendrán razón, pero es difícil estar dentro y fuera a la vez.