Hemos dejado atrás a los signos de Aire, representantes de las ideas y ahora vamos a entrar en un terreno nuevo, el del sentido práctico. Son los signos que permiten construir, organizar, bajar a tierra. La chispa del Fuego es la que lo pone todo en marcha. Después se le acompaña de una emoción que anime el tema. Luego llega la reflexión que ayude a asentar esa chispa y finalmente tenemos que ponerlo todo en práctica.
El Elemento Tierra es mucho más predecible, más organizado, necesita agendar las cosas para que todo funcione bien. De ahí el dicho: vísteme despacio que tengo prisa.
En el caso de los signos de Tierra, la clave estará en que lo que hagan se apoye en algo racional y comprobable.
Recuerda que la Astrología Cabalística toma como base la reencarnación. Esto implica que estamos en una corriente evolutiva, que vamos pasando por distintas etapas que nos procuran nuevos conocimientos. En este curso ya hemos transitado por las nueve primeras etapas, Aries, Leo, Sagitario, Cáncer, Escorpio, Piscis, Libra, Acuario y Géminis.
En cualquier proyecto, pasamos del impulso inicial y la fogosidad del Fuego, al deseo y el amor del Agua, para luego cuestionarnos el tema en el Aire y finalmente darle forma física en la Tierra.
Ahora, después de haber superado la fase de Aire, toca avanzar, entramos en el terreno de la Tierra y allí vamos a usar nuevas herramientas.