El Tetragramaton o Yod-He-Vav-He
Para comprender en qué se fundamenta la Astrología Cabalística tenemos que referirnos al Tetragramaton (nombre de Jehová, de Yavé) o Yod-He-Vav-He, que es la base de la formación del mundo material.
En las enseñanzas de la Biblia leemos que el Dios que protegía al pueblo elegido se llamaba Jehová. Jehová es uno de los nombres de Binah, el Séfira o centro de Poder que preside en la formación del universo material, el Séfira o centro número tres de El Árbol de la Vida. Es preciso que nos detengamos a estudiar ese nombre, porque representa un conjunto de fuerzas a través de las cuales se ha instituido y se instituye todo lo creado.
El nombre de Jehová está compuesto de cuatro letras del código hebraico: Yod, He, Vav y un segundo He. Esto significa que estas cuatro letras-fuerza contienen, de algún modo, el código que nos permite acceder a la Creación en su conjunto. Pero, al mismo tiempo, también muestran la secuencia que sigue toda creación en la tierra, sea del tipo que fuere.
Cada una de estas letras representa una fuerza activa en un determinado periodo, tanto en lo que se refiere a la Creación como a nuestras vidas y asuntos en particular.
Yod
El Yod representa la semilla, la potencialidad que cada cosa debe tener si pretende ser portadora de algo. El Yod representa el padre, el germen de todo, la simiente humana, el impulso fundamental, la Voluntad. Es la plantación de una acción, la semilla y como tal está oculta bajo tierra o en el interior de una situación. A menudo está en forma de potencialidad, como lo está la semilla de un árbol.
He
El He representa el habitáculo en el que el Yod ha de materializarse. Es el período de formación interna, de gestación. El He representa la madre, el medio material en el que la obra se instituye, la fecundidad. El feto tiene una forma dentro de su habitáculo pero no puede verse a simple vista. Representa algo en formación que un día verá la luz. Es la fase de interiorización.
Vav
El Vav representa el hijo, es el resultado de la acción del Yod sobre el He. Es el elemento activo y actuante: el que recoge la potencialidad del Yod y la convierte en actos. La semilla ha crecido, se ha enraizado y ha salido al exterior. La acción ya es visible, podemos ver lo que va a ser, hacia dónde apunta el resultado de la acción inicial. Es la fase de exteriorización.
2º He
El segundo He es el resultado final de este ciclo de actividad: es el fruto que da el hijo, cuya actividad modifica las condiciones en que se encontraban las cosas en el estadio Yod, de modo que ese segundo He se convierte automáticamente en el Yod de un nuevo ciclo de creaciones, que se desarrolla ya a un nivel inferior. Del mismo modo que el fruto lleva las semillas de un futuro árbol, el segundo He lleva las semillas de nuevas realizaciones.
Estas nociones son fundamentales para la comprensión de los mecanismos de la vida y la comprensión de la Ley cósmica. Conviene meditar sobre ellas y comprenderlas en toda su dimensión, ya que constituyen la clave de todas las ciencias esotéricas y sus correspondencias son activas a todos los niveles y se aplican a cualquier situación.