Introducción
La primera exteriorización planetaria corresponderá a Hochmah, el centro número dos en el Árbol de la Vida y es Urano. Siendo el más exterior de los planetas, su órbita engloba todo el sistema solar, cubriéndolo, por así decirlo, con las alas del amor que se desprende de este centro de vida.
En Hochmah se concentra un suplemento de luz, puesto que a su esfera va a parar la luz que correspondía a Binah y a la que tuvo que renunciar para dar un universo en el que la vida inferior pudiera desarrollarse. Esta acumulación de luz hace que el material procedente de Urano vibre a una frecuencia superior a lo ordinario.
Astrológicamente, se dice que Urano vibra a una octava superior a los demás planetas, refiriéndose a octavas musicales. La consecuencia de esta situación es que la fuerza de Urano es necesariamente destructora, cuando no se está preparado para asimilarla, puesto que algo que vibra a una intensidad superior no puede integrarse a un conjunto cuya frecuencia vibratoria es inferior sin destruirlo. ¿Qué ocurre con una bombilla de 120 voltios si es enchufada a una corriente de 220? La bombilla dará una luz mucho más intensa de lo ordinario y a los pocos segundos se fundirá.
Urano nos aporta, por un lado, una fuerza desintegradora y su posición en una carta astral indica aquello que la persona no podrá consolidar, porque se le irá desintegrando a medida que pase el tiempo. ¿Cómo puede compaginarse el que Hochmah sea la fuente del eterno amor y que la actividad de su representante material, Urano, en el zodíaco sea destructora?
No se trata de que Urano se manifieste indiscriminadamente, sino que sus radiaciones destruyen aquello que para nosotros constituye un obstáculo para nuestro desenvolvimiento espiritual, para nuestro avance.
En la naturaleza, Urano es el responsable de la radiactividad natural. Bajo su acción vemos que una determinada materia se transforma en otra, esta a su vez se convierte en otra distinta y así sucesivamente hasta llegar a ser plomo. Ahí se detiene la proliferación uraniana.
Notemos de pasada que el plomo está regido por Saturno. Lo que caracteriza esa familia radiactiva es su pérdida progresiva de luz, de manera que la segunda materia, nacida de ese proceso, tiene una frecuencia vibratoria inferior a la primera; la tercera vibra a una intensidad inferior a la segunda y así sucesivamente.
Pero esas partículas luminosas que van desapareciendo de los compuestos materiales no desaparecen del universo, sino que se integran a su mundo. Es decir, Urano hace, por un lado, que lo material sea cada vez más material y que lo luminoso forme un cuerpo separado. En otros términos, podríamos decir que Urano separa el Bien del Mal, haciendo que este último sea cada vez más radical y más fácilmente reconocible.
En la actual fase evolutiva, el ser humano reconoce perfectamente el proceso destructor uraniano, pero no sabe ver en ese proceso, o no sabe utilizar esa parte de bien, ese aspecto creador.
Urano, por su acción sobre nuestros sentimientos, sobre nuestros pensamientos, nos invita a integrarnos a un mundo más elevado, a enfocar ese espacio donde este planeta está en nuestra carta astral (el signo o la Casa) a enfocarlo con perspectiva de futuro, oscureciendo aún más aquello que ya estaba oscuro, a fin de que podamos reconocer esa oscuridad sin lugar a dudas y sintamos el afán de pureza y de luz.
Su acción desintegradora es a la vez una acción liberadora, pero el ser humano ama sus sombras, se acostumbra a ellas y rara vez comprende el mensaje.
Los astrólogos modernos han querido atribuir a Urano la regencia de Acuario, ya que el planeta estaba ahí y era preciso darle el mando, de un signo, pensaban ellos. Pero, por lo que acabamos de decir, se comprende que no se le puede dar a Urano mando alguno sobre lo establecido, puesto que con su vibración solo puede destruir aquello que toca, separando la energía de la materia.
Urano es el portador de luz, el que nos indica el camino hacia arriba, el dispensador de ese amor universal que transita nuestras naturalezas y ayuda a abrir los ojos a lo divino.
En el orden planetario, Urano es el iniciador, el que descubre, el que revela; es la chispa permanentemente activa para encender el fuego de la conciencia. En el mundo intelectual su influencia es negativa, entendiendo con ello que su influencia no conduce activamente a la inteligencia, al descubrimiento de la verdad, sino que actúa por revelación, a la manera de un flash que ilumina de golpe un paisaje oscuro.
Si la persona sabe lo que busca, si ha perseguido conscientemente el conocimiento, la revelación uraniana le proporcionará la evidencia que le faltaba. En el ser sin inquietudes espirituales, el impacto uraniano le pasará desapercibido o lo percibirá como un ramalazo de locura, como una idea descabellada que le sobreviene, una idea que le estalla en su cerebro, que no ha sido obra de una búsqueda consciente.
Urano se revela siempre al Alma cuando la persona ha alcanzado cierto nivel moral y entonces queda impregnada de su saber y conoce los secretos de la organización cósmica sin necesidad de haberlos estudiado.
Para el buscador de verdad, Urano es el encargado de llevarle el regalo de la providencia, la recompensa de sus oscuras investigaciones. A veces es una palabra, un gesto, una situación, que produce en la mente del filósofo el “clic” que evidencia algo que estaba ahí y que incomprensiblemente no veíamos.
En el mundo mental, Urano siendo negativo, es el productor de la forma, la imagen, el concepto en el cual se encuentra impresa la Verdad, que debemos sacar de ese marco estático para darle su auténtica dimensión.
En el mundo de los sentimientos su influencia es positiva, entendiendo con ello que es conductor del deseo, que lo orienta hacia su meta sublime; no es la materia que se deja manipular, sino el manipulador, armado de una voluntad.
Urano, en los sentimientos, llevará a la revelación de un mundo más alto, el espiritual, por la vía del Amor. En su empuje de nuestros sentimientos hacia arriba, la misma dinámica de la ascensión producirá la ruptura con lo de abajo. De ahí que en la Astrología mundana, materialista, Urano aparezca como el que rompe, pero esa ruptura es debida a la elevación de nuestros sentimientos respecto al nivel en el que nos movíamos antes y por lo tanto, implica la desconexión con las personas a las cuales esos sentimientos nos ataban.
En el mundo físico, Urano, de influencia negativa, manifiesta su faz destructora, ya que su intensidad vibratoria, su desbordante Amor no permite conservar la personalidad de lo que es diverso y mientras la luz se va con la luz, las tinieblas se unen a las tinieblas.
Urano destruye todo lo que no es conforme a los planes del jefe interno, de modo que no hay más terrible enemigo para los que viven de espaldas a las leyes divinas. Toda idea de castigo, de represalia, es extraña a la naturaleza de Urano-Hochmah. Lo negativo que pueda venirnos de él es una consecuencia de nuestras defectuosas edificaciones, de empresas siniestras con las que trafica nuestra naturaleza inferior.
En nuestro cuerpo físico, Urano rige la piel, que es el elemento más exterior, como Urano lo es en el orden planetario. Los malos aspectos en el signo que ocupe, indicarán una tendencia a los desperfectos en la piel de la parte del cuerpo regida por tal signo.
La posición de Urano en un Horóscopo indicará pues dónde actúa Hochmah, tanto en el aspecto exterior como en el interior. Entendemos por interior su posición en los signos y por exterior su posición en las Casas Terrestres.
En los signos Urano-Hochmah bombeará hacia nosotros una determinada energía zodiacal, junto con la suya propia, para iluminar nuestro camino hacia la espiritualidad. Será el punto de sabiduría que nos revelará la verdad.
En la Casas, indicará la luz, el amor, la sabiduría que nosotros arrojamos o recibimos de la sociedad que nos rodea, o sea, lo que nosotros hacemos y cómo lo hacemos para conducir a nuestros coetáneos hacia la suprema unidad, o lo que los demás hacen para conducirnos a nosotros.
Los buenos aspectos de Urano indican, en una carta, si la persona tiene disposiciones para la vida superior, para la espiritualidad, para la conexión con el núcleo. También indicarán el espacio donde tiene más luz. Es importante que sepas detectar el espacio de tu vida donde repercute más la luz.
Las disonancias planetarias sobre Urano, o bien ahogan su radiación, haciéndola inoperante, si proceden de planetas reductores como Saturno o Mercurio o, por el contrario, aumentan su poder desintegrador, si proceden de planetas amplificadores, como Júpiter, Venus y el Sol, o con el destructor Marte.
Las disonancias también pueden producir excentricidad, destrucción, ruptura, rebeldía, desestabilización, irracionalidad, indecisión, exceso de independencia.
Los buenos aspectos de Urano generarán altruismo, revelación, originalidad, intuición, descubrimiento, progreso, lo inesperado.
La llamada crisis de los cuarenta se produce cuando el Urano en tránsito se sitúa en oposición con el Urano natal de una persona. Entonces es cuando tiene lugar la cristalización de la energía uraniana en nuestra vida. De ahí el cuestionamiento de todo cuanto hemos hecho hasta la fecha, que a menudo nos lleva a entrar en crisis, porque Urano hace patentes nuestras sombras, para empujarnos hacia la luz. Sentimos entonces la necesidad de cambiar el rumbo de nuestra vida y son numerosas las personas que han dado un giro radical a su realidad después de los cuarenta. El punto exacto sería a los 42.
Los astrólogos convencionales lo consideran como la octava superior de Mercurio, pero la Astrología Cabalística le atribuye la octava superior de Venus, lo cual concuerda con las enseñanzas de la mitología, que refieren cómo Venus Urantia nació de la sangre de Urano al sufrir la mutilación de sus órganos por manos de su hijo Saturno.
Urano rige todo lo que está más allá de lo real. Nos aporta la sabiduría divina en nuestras acciones humanas.
Claves: Amor universal, ayuda, altruismo, originalidad, suerte, sabiduría, revelación, intuición, descubrimiento, invento, libertad, vibración, unidad, lo nuevo, consciencia, transformación, replanteo, inesperado, oportunidad, luz, experimento, genialidad, inspiración, superar miedos, cambio de paradigma.
A continuación veremos lo que puede dar Urano en cada uno de los signos y de las Casas. Recuerda que esto es solo una muestra para guiarte y eres tú quien debe ir ampliando los contenidos a medida que asimiles el valor de cada uno de los planetas en tu realidad.
Urano tarda unos 7 años en recorrer un signo.
Urano en Aries
El iniciador del ciclo planetario se encuentra aquí en el iniciador del ciclo zodiacal. En sus respectivos elementos son números uno de modo que ha de existir simpatía mutua: la esencia de Aries se integrará armoniosamente en la personalidad de Urano y el combinado que surja ha de ser positivo.
En Aries, Urano revelará el Amor Cósmico. El Designio Divino se presentará bajo el aspecto del Amor, del supremo amor. Y la persona se sentirá movilizada al servicio de esa fuerza amorosa. Diremos que la persona siente un amor sobrehumano por el Designio; un amor que es sabiduría, conocimiento sintético de la divinidad.
La persona ve, como en un golpe de flash, el panorama de la verdad y aunque no sepa explicarla, sabe que las cosas son así. Será pues el poseedor de la verdad, el iluminado. Buscará la libertad.
Los malos aspectos harán que el exceso de este impulso produzca en la persona una tal necesidad de libertad que cualquier compromiso con el mundo organizado lo percibirá como una agresión intolerable y le será muy difícil “atarse”, trátese de sentimientos, de ideas o de actividades concretas. De modo que aparecerá siempre como marginada, como alguien que va a su aire, sin aceptar demasiadas responsabilidades.
Urano en el Ascendente o Casa I
Hará que emane de la persona el más elevado principio y plante en su entorno humano las semillas del Amor, de la Sabiduría. Será un pozo de ciencia, de luz y por su acción inspirará en los demás las más elevadas virtudes, destruyendo en sí y a su alrededor las cristalizaciones perversas. La diferencia entre la posición de Urano en el signo y la Casa reside en que, en el signo, exalta el Designio Divino, y en la Casa exalta el propósito personal.
Los malos aspectos de Urano en la Casa I producirán el abanderado que, en nombre del bien, de los principios religiosos, actuará como un pequeño dios destruyendo anticipadamente lo que aún era útil como tema experimental.
La Casa I, representando su propia entidad física, puede dar al que se auto-inmola o auto-destruye en nombre de la pureza. También dará al portador de novedades, el que ayuda a los demás a encontrar su libertad, a liberarse. Quien actúa por impulsos.
Urano en Leo
Si en Aries producía el amor del Designio, aquí producirá amor a la Sabiduría, amor del amor podríamos decir y por ser Hochmah la primera manifestación del Uno, pero en el número dos en el orden sefirótico, es evidente que Urano también aquí se encontrará en su sede y hará que el comportamiento de la persona se sincronice con la más elevada manifestación de la sabiduría; que la moral sea para la persona algo resplandeciente, luminoso, que constituye un modelo a seguir.
Las circunstancias llevarán a esta persona a ser un modelo de virtudes, la providencia lo distinguirá con su Amor. Ser un amado de Dios implica encontrarse muchas cosas resueltas en la vida, de modo que quienes le observan dirán que es una persona con suerte.
Los malos aspectos de Urano en Leo harán que Dios sea excesivamente complaciente con su siervo, que le tolere cosas que han de darle malas inclinaciones; su suerte es excesiva y alienta en ella el sentimiento de que todo le está permitido, de que no hay moral al seguir, ni normas, ni es valedera la virtud.
Urano en Casa V
Procurará a la persona el afecto de personas sabias, ecuánimes, muy por encima del modelo ordinario, de jerarquías eclesiásticas o de auténticos santos. Las circunstancias le llevarán por el camino del bien. Sus hijos serán tocados por el amor de Hochmah, serán los precursores de un mundo mejor, portadores de suerte. Tendrá flashes creativos, revelaciones en su tiempo libre. Tendrá ansias de libertad.
También será una persona con mucha suerte, pero la procedencia será su buen karma. Aquellos a los que en pasadas vidas ha hecho favores, se los devolverán.
Con malos aspectos, encontrará buenas personas demasiado tolerantes, que no contribuirán a que se juzgue rectamente.
Urano en Sagitario
Si en Aries hemos dicho Amor del Designio, en Leo Amor de la Sabiduría interiorizada, convertida en comportamiento, aquí diremos Amor de la obra social.
Urano en Sagitario indicará que el mensaje que la divinidad expide a través de la persona es portador de profundas transformaciones o de sublimes inspiraciones, según que opere a través de grados relacionados con Sefirot de la derecha o de la izquierda. Será un mensajero del divino amor y producirá, inconscientemente, efectos catárticos.
Los malos aspectos de Urano en Sagitario darán una mala captación del mensaje y las obras no se ajustarán al nivel de la sociedad, siendo o bien de una excesiva elevación o siendo demasiado adaptadas a los sentimientos profanos y tendientes a justificarlos en su arbitrariedad.
Urano en Casa IX
Hará que la proyección de la personalidad moral de la persona en la sociedad se realice desde el más elevado estadio de conciencia que haya podido alcanzar. Será su Yo sublime el que actúe en el medio social; los más elevados contenidos de su psique serán ofrecidos en pasto a sus coetáneos.
La diferencia entre la posición de Urano en Sagitario y en la Casa IX reside en que, en el signo, lo que se transmite a la sociedad son los valores del signo, siendo utilizado inconscientemente por la divinidad para producir unos efectos y su participación se limitará a dejarse manipular. Y por bajo que sea su nivel evolutivo, puede ser un importante instrumento.
En cambio, en la Casa IX es su propio contenido psíquico lo que transmite y su acción será más o menos espiritualizada según su nivel evolutivo.
Urano en la IX también puede dar cambios inesperados en la persona, que se despierta un día y decide cambiar de vida. Viajes iniciáticos.
Los malos aspectos de Urano en la Casa IX harán que la proyección de la personalidad moral sobre la sociedad, aun presentándose bajo los auspicios del bien, tendrá efectos destructores.
De un modo general, los malos aspectos pueden interpretarse como la actividad de Urano en los Sefirot de la izquierda, es decir, destructores. Y los buenos como la actividad de Urano en los Sefirot de la derecha, es decir inspiradores.
Urano en Cáncer
Actuará como Hochmah lo hizo en el segundo Día, cuando tuvo que integrar el Elemento Agua al objetivo de la Creación. Hochmah, que era Fuego, se hizo Agua para dominar al nuevo Elemento.
Urano en Cáncer producirá en los sentimientos la apetencia de la unidad, revelando al mundo sentimental lo divino. Orientará pues a la persona hacia la religión, hacia la espiritualidad y propiciará la contemplación del mundo divino en sueños, en éxtasis: sueños proféticos, simbólicos, premonitorios.
Los malos aspectos de Urano en Cáncer producirán una tal exaltación sentimental que la persona amará a Dios en detrimento de su obra humana, desentendiéndose del amor por las personas que le rodean para dedicarlo exclusivamente a lo abstracto o al servicio religioso, de la espiritualidad, de la fe.
Urano en Casa IV
Hará que esa fuerza se manifieste en las raíces, en el elemento constitutivo de su entidad humana, como es la madre, la familia, el hogar, infancia ciudad natal, patria. En esos ambientes la persona encontrará ese amor que regenera, que exalta, que destruye los oscuros conglomerados. Allí estará su liberación, su libertad.
Esa pureza, estando ya dentro, se abrirá paso hacia la conciencia cada vez que se abisme en su pasado o sea, tome contacto con la madre, la infancia, el pueblo natal, etc. En su casa se sentirá libre y recibirá revelaciones. Puede tener una madre vidente
Los malos aspectos darán una madre excesivamente tolerante, demasiado amorosa, no correctora de las malas inclinaciones o que está en el límite de la cordura.
Urano en Escorpio
Aporta su luz a ese espacio oscuro que constituye la fosa de los deseos. En Escorpio los sentimientos se interiorizan, produciendo el amor propio, de modo que Urano producirá un gran amor propio, pero un amor elevado, sublime.
La persona tendrá el sentimiento de ser alguien glorioso y digno de un gran amor. Por consiguiente, no será alguien que consienta fácilmente en participar en actos bajos y rastreros, en los que su dignidad pudiera verse mancillada. Esa dignificación de sí hará que solo esté disponible para el bien. Es el caso típico del amor bien entendido que empieza por uno mismo.
Los malos aspectos de Urano en Escorpio, al darle a la persona una excesiva conciencia de la elevación de sus sentimientos, harán que se muestre como ejemplo y modelo exagerado y que resulte insoportable a los que le rodean, difícil en las relaciones y muy exigente.
Urano en Casa VIII
La persona suscita el amor de personas elevadas, altruistas, magnánimas, que le inspirarán los más elevados sentimientos. Gozará del afecto de auténticos santos y puede que en alguien los distinga con su amor y les dispense bienes auténticamente providenciales.
La diferencia de Urano en el signo y de Urano en la Casa VIII, reside en lo siguiente: en Escorpio, la influencia de Urano le viene del cielo y la Sabiduría de que es portadora penetra en su personalidad emotiva. En la Casa VIII, Urano se manifiesta en la tierra, suscitando la aparición de personas imbuidas en sus vibraciones, pero que no podrán contener jamás la pureza primigenia del Urano celeste.
La persona atraerá a gente iluminada.
Los malos aspectos de Urano en la Casa VIII harán que las personas que se enamoren de ella posean las características negativas del planeta: serán insoportables perfeccionistas, siempre dando lecciones y poniéndose como ejemplo de virtudes.
Urano en Piscis
La exteriorización de los sentimientos adquiere un matiz uraniano, es decir, elevado, místico, contemplativo, sublime. La persona se sentirá inclinada a realizar actos de abnegación o, en todo caso, sus sentimientos serán abnegados, ya que si no hubiera en la carta planetas en signos de Tierra, esa abnegación sería puramente platónica, no pasaría de ser un sentimiento altruista, generoso, que no se traduciría en actos.
Urano orientará la producción sentimental hacia las cimas espirituales. Si la persona es evolucionada, sus sentimientos se verán impregnados del más puro amor y su yo emotivo recibirá la revelación de la dinámica cósmica, de modo que sus tendencias emotivas marcharán al unísono con el gesticular del universo.
En el estadio anterior, el comportamiento ya se veía impregnado de esa dinámica, pero aquí esas emociones se exteriorizan, buscan la creación de un espacio social en el que puedan ser compartidas. Creará con sus sentimientos instituciones sociales que sean testimonio vivo del Amor de Hochmah: comunidades, conventos, casas de asistencia y consultorios sentimentales en los bajos niveles.
Los malos aspectos desorbitarán la producción uraniana y la persona no encontrará un espacio físico en el que ubicar unos sentimientos sublimes, pero exagerados, a lo Palmar de Troya.
Urano en Casa XII
Produce la exteriorización de los más sublimes sentimientos que puedan encontrarse en el yo-emotivo de la persona. Se desprende de su sublimidad y la exporta a su entorno social. Será la persona que levanta recintos sagrados, que se dedica públicamente a rogativas, procesiones, plegarias. De las múltiples facetas de su personalidad emotiva, exteriorizará las que corresponden a la naturaleza uraniana.
La diferencia entre la posición en el signo y en la Casa, reside en lo siguiente: en el signo, la persona exterioriza emociones que proceden de la reserva zodiacal, a las que da vida a través del canal que se sitúe en Piscis. Esa exteriorización puede ser realmente sublime.
Mientras que en la Casa, la persona exteriorizará emociones de su propia reserva, que serán más o menos elevadas según el nivel evolutivo alcanzado, según lo que Urano haya podido incorporar en su personalidad.
Se enamorará de personas iluminadas, de gurús, de místicos. Encontrará la libertad a través del amor, aunque necesitará que le den mucho espacio.
Los malos aspectos de Urano en Casa XII harán que se exteriorice lo que la persona no ha comprendido de Urano, los pósitos erróneos integrados en su personalidad emotiva. Puede enamorarse de un charlatán. Venta de objetos relacionados con la espiritualidad.
Urano en Libra
Asegura el amor conyugal, idealiza al otro-yo, lo pone en un trono, lo hace objeto de veneración. La espiritualidad se descubre a través del otro, del aliado, de la sociedad. La iluminación se encuentra en la materia mental: sus pensamientos estarán impregnados de Sabiduría-Amor.
Los astrólogos han acusado a Urano, en su tránsito por Libra, de haber sido el destructor de la institución matrimonial, pero es la incapacidad de comprender a Urano lo que rompe la pareja y no su radiación positiva.
Urano produce en Libra un amor tan excelso del “otro”, que la persona quiere vivir en él, fundirse en él, dejar de ser sí mismo para ser el otro. No puede entonces haber separación porque no se trata de dos personas, sino de una sola, la perfecta unidad habiendo sido reconstituida.
Pero cuando el amor es egoísta, se busca en la exaltación del otro nuestra propia glorificación y se le pide que sea magnífico para que todos vean que hemos “conquistado” y casi mejor diríamos “capturado”, un ejemplar de excelentísima condición. Si el otro no responde a la idealización que nos inspira, si no está a la altura de lo que nosotros queramos que sea, entonces lo rechazamos y esa es la dinámica de la ruptura uraniana. No es Hochmah quien produce todo esto, sino la mala utilización de su fuerza.
Urano en Casa VII
Proporciona aliados de naturaleza uraniana. Los designios del Ego Superior consisten en instituir en la sociedad el programa de Hochmah. El pensamiento que la persona derrama sobre el mundo es excelso, lleno de amor, unitario. Es decir, esta persona contemplará una sociedad unida, sin fronteras, será todo lo contrario de un “fraccionista”, federalista o separatista. Ciudadano del mundo, “matrimonialista” nato, su pensamiento se adherirá a todo lo que signifique unidad.
Sin embargo, a menos que otras posiciones lo determinen, como en la Casa VII las ideas se encuentran en el estadio de semillas, no se tratará de un militante activo, sino de un teórico de cualquier unificación.
Los malos aspectos harán que esa tendencia a la unidad se manifieste en situaciones tensas, extremas y las personas que elija como aliados naturales, cónyuge u otros, vivan fuera de la realidad y que por ello sea muy difícil la convivencia, aun existiendo entre ellos un elevado amor. Tendencia al matrimonio con personas de rango más elevado.
La diferencia entre la posición de Urano en Libra y en la Casa VII reside en que, en el signo, Urano se envuelve en los ropajes de Libra para inspirar a la persona pensamientos de unidad y de amor por lo complementario, mientras que en la Casa VII es la persona quien inspira a la sociedad en que vive la idea de que la unidad está formada por el uno y su complemento. Es ella misma quien juega el papel de Libra y Urano el que activa el desprendimiento de ese material situado en su zodiaco interno.
Urano en Casa VII también puede dar uniones altruistas, originales, con personas o entidades de alta vibración. Uniones que liberan, que traen suerte, inesperadas.
Urano en Acuario
Está en el signo que los astrólogos modernos le atribuyen como regencia, si aplicamos los principios de la cábala, vemos que Acuario es el He de los signos de Aire, ciclo que rige Hochmah, que es el Séfira que rige Urano. Ello hace que entre Acuario y Urano exista afinidad. En esa interiorización acuariana, Urano pondrá el acento sobre el aspecto Amor, que es Sabiduría, visión de los mecanismos del mundo. Con ello tendremos al contemplativo, al que se aísla de la sociedad, porque será fuera del mundo exterior, en su interior, donde encontrará ese confortable amor que permite saberlo todo.
Será así de algún modo el desconectado de la sociedad, el solitario, quien no necesita del afecto de los demás porque ha encontrado en sus mecanismos mentales un amor desapasionado que es superior a cualquier manifestación externa. Su visión de las cosas no le inducirá a explicarlas, sino al silencio. Cuando se llene de esa sabiduría que encuentra en sus adentros, ya hablará. En esta vida será una persona silenciosa.
Los malos aspectos pondrán dramatismo a ese aislamiento y será el marginado que se disfraza de tal, el hippie, el que manifiesta un afán de soledad agresivamente, desafiando con su actitud pacífica a la sociedad.
Urano en la Casa XI
Ha de dar una cosecha mental llena de sabiduría. El amor de Hochmah se encarnará en las circunstancias intelectuales, de modo que el desarrollo mental de la persona se verá favorecido por la aparición de padrinos, de gentes que sienten súbitamente una viva amistad hacia ella y le facilitan el acceso al conocimiento.
Ese acceso a la sabiduría puede hacerse gracias a esos amigos o directamente a través de ellos, o sea, sus amigos serán portadores de sabiduría, serán gentes que trabajan con las leyes del universo, inventores, innovadores, filósofos, místicos, de los cuales podrá aprender la auténtica ciencia del mundo.
Los malos aspectos harán que la sabiduría de esos amigos no sea tal, sino pura originalidad llena de errores. Los amigos serán excéntricos, marginados, locos.
Urano en Géminis
En los signos de exteriorización Urano ha de producir obras de amor. En Sagitario la persona será utilizada por las fuerzas espirituales para producirlas. En Piscis serán obras de sus sentimientos y en Géminis obras del pensamiento.
Podemos decir pues que esta persona presentará los actos de amor como algo lógico, razonable, coherente. Será un amor sin sentimentalismo, que aparece como una necesidad. El amor se instaurará así en la frialdad de las leyes sociales y producirá leyes contra el hambre en el tercer mundo, contra la pobreza, los desahucios, las guerras. Defenderá las grandes causas y gracias a ella la sociedad se amará un poco más.
Los malos aspectos, al producir un uso exagerado de la virtud uraniana, el amor que manifieste la persona, siendo desorbitado, en lugar de conquistar la adhesión de los demás, estos lo considerarán como pura locura, de modo que sus soluciones a los problemas no serán aplicables en la realidad. Su actitud le llevará a romper con los medios de comunicación que normalmente le serían accesibles para evacuar su mensaje.
Urano en Casa III
Hará que la exteriorización de su pensamiento sea conforme a las virtudes uranianas. Significará que la persona ha alcanzado una sabiduría que la sitúa muy por encima del nivel normal en que se mueve la sociedad. Su mente estará llena de amor y difundir ese amor será una necesidad apremiante. Procurará crear con su mente un espacio humano en el que ese amor que lleva dentro pueda tener cabida, de modo que será la persona que realice obras extraordinarias en vistas a la fraternidad universal.
La diferencia entre la posición en el signo y en la Casa, es que en el signo, Urano intentará introducir en la mentalidad de la persona los contenidos de Géminis y lo conseguirá o no en la medida en que la persona no ofrezca resistencia al programa uraniano.
En cambio, Urano en Casa III indica que ese amor-lógica es una conquista de la persona, que es el resultado de una elaboración interna y que por lo tanto forma parte de su programa humano el derramar en la sociedad el amor altruista que rebosa de ella después de haber llenado su receptáculo interno.
Esta posición dará también a quien lanza mensajes salvadores, liberadores, originales, que elevan la vibración del ambiente. Y tendrá hermanos con estas características.
Los malos aspectos de Urano en la Casa III indicarán que la persona ha desarrollado las cualidades de Urano desequilibradamente y ahora no acierta a proporcionarlas o adecuarlas a las necesidades de la causa que pretende servir o bien se verá obligada a utilizar medios inadecuados para la expresión de sus ideales sublimes.
Urano en Capricornio
Aquí el amor de Urano se instituye, toma forma material, de modo que la persona con esta posición en su tema se verá impulsada a construir en firme esa sabiduría que viene de arriba, poniendo en las formas materiales la impronta del amor divino.
En otros tiempos sería el constructor de templos y hoy ha de ser de algún modo el edificador de recintos sagrados, de centros donde la espiritualidad pueda existir.
Los malos aspectos de Urano en esta posición han de dar la manifestación física de una espiritualidad arbitraria, mal comprendida, sectaria.
Urano en la Casa X
Hará que el trabajo de la persona se oriente hacia la creación de un espacio humano y social donde las virtudes del planeta puedan arraigar y manifestarse con fuerza. Este será su supremo objetivo y toda la estrategia de su existencia convergerá hacia la expresión con medios físicos de una realidad espiritual.
Puede ser dirigente de una iglesia, obispo u otra dignidad eclesiástica; promotor de una escuela espiritualista, desarrollar teología, alguien que trabaja de algún modo en la edificación de lo divino en la tierra.
También puede trabajar en temas originales, novedosos, que lleven a la sociedad a ser más libre, a elevar su vibración. Esas cualidades también pueden estar en su padre o en su jefe.
Con malos aspectos ese propósito será tergiversado, traicionará el espíritu aun siendo fiel en lo externo. Su espiritualidad será peligrosa y puede confundir el acto de morir con una realidad espiritual que la muerte no tiene. Ejercerá una gran influencia sobre sus seguidores y de ahí que resulte aún más peligroso. Es una posición que se encuentra a menudo en los santones.
Urano en Tauro
Si en la etapa precedente la persona ha utilizado los materiales de Urano en sus construcciones, ahora gozará materialmente del bien y del amor que derramó, de modo que dispondrá de un dinero que ha de venirle de fuentes providenciales o de bienes que surgirán de forma inexplicable del engranaje de las circunstancias. Quizá descubra un tesoro escondido en las entrañas de la tierra o en un campo yermo le salga petróleo o un yacimiento de algo. Tendrá la virtud de encontrar tesoros escondidos: a lo mejor el agua que da vida a una región. La providencia estará de su lado.
Pero ese tesoro físico no será más que la representación material de un tesoro de mucho mayor alcance que aguarda al ser evolucionado y es el privilegio de descubrir la unidad de todas las cosas en el reino de la extrema división que es Tauro. Es el privilegio de poder contemplar la belleza existente en cada partícula de materia y la incapacidad de ver lo que es feo, sucio, vil, corrupto.
Esa persona verá el bien y solo el bien y solo ese bien se interiorizará en ella. Cualquiera que sea su nivel de fortuna, el mundo le parecerá un maravilloso paraíso y en él se sentirá plenamente feliz.
Con malos aspectos la persona querría imponer su visión del mundo y que los demás vean lo mismo que ella ve.
Urano en Casa II
Con toda seguridad será el ganador de loterías, quinielas, apuestas, ruleta, el que de una manera tal vez fantástica, se hace con una fortuna, remontando un barco hundido, provocando la lluvia, etc.
Los malos aspectos dramatizarán sus ganancias y la fortuna que venga a ella será en medio o a través de una dificultad. Tesoro acumulado gracias a una guerra, etc.
La diferencia entre la posición en el signo o en la Casa reside en que: Urano en Tauro señala una tendencia que la persona captará si antes ha trabajado en instaurar el reino de Urano. En la Casa II, la sociedad le restituye un trabajo que sí ha realizado.
No es del cosmos que le vienen los beneficios, sino de las personas que le rodean, de modo que en el primer caso (signo), sacará con más seguridad dinero de la tierra, de una mina, un tesoro escondido, etc., y en el segundo (Casa), de quinielas, loterías, juego; o sea, dinero procedente de la sociedad.
Con Urano, los goces que promete Tauro vendrán de arriba, puesto que en esa dirección se encuentra Hochmah. Así diremos: bienes transmitidos por antepasados, los abuelos, los padres –sobre todo el padre–.
Por analogía, significará una facilidad en la obtención de beneficios por parte de las autoridades, del rey de los ministros, los municipios, la administración del estado, en forma de créditos, becas, concesiones, medallas, títulos. Ganancias procedentes de actividades elevadas, en un sentido moral o geográfico, como explotación de hoteles, restaurantes en las altas cumbres, de pistas de esquí.
Con malos aspectos la persona se gastará un dineral en visiones o en videntes, en promulgar la verdad que siente y que ve.
Urano en Virgo
En esta posición Urano producirá el amor del abandono de lo material y la apetencia por el nuevo ciclo que ya se presiente. La persona ya no estará en las cosas materiales. Se sentirá impaciente por desprenderse de todo y ello dará lugar a la figura del patrón que cede el negocio a sus obreros; del santo que da su túnica y hasta los calzoncillos a los desamparados con que se tropieza.
Se tratará de un abandono de lo material iluminado, lúcido, no producido por las tribulaciones, preocupaciones, miedos o incapacidad, sino porque prefiere lo que hay detrás de ese mundo material, que Urano le ha permitido vislumbrar. Ya que siendo Virgo el estadio final de los cuatro ciclos elementales, la luz de Urano le da una visión sintética de lo aprendido en dichos ciclos y produce al mismo tiempo la intuición del porvenir.
Si la Sabiduría de Hochmah se encuentra al principio de un ciclo, ilumina las primeras yardas del sendero. Si se encuentra al final, ilumina el camino que termina y produce la comprensión de lo andado.
Con malos aspectos esa comprensión será parcial y el desprendimiento se hará de forma dolorosa, de golpe.
Urano en Casa 6
Indicará que nos ha quedado pendiente un trabajo relacionado con Urano o sea, que hay un amor altruista que debe ser entregado, un dar de sí pendiente, que de alguna forma tenemos que liquidar. Es una posición difícil de asumir, puesto que se trata de una entrega total y es preciso que la persona esté altamente evolucionada para aceptarla.
Servicios relacionados con dar luz a los demás, con generarles libertad, con ayudarles a replantearse su vida.
En los niveles de evolución media o con malos aspectos, esa dinámica no funcionará y entonces pueden aparecer las enfermedades, por la no realización de los servicios que la vida le demanda.
Urano rige la piel y el sistema nervioso. Virgo rige los intestinos, de modo que será la piel de los intestinos la que será débil y también puede dar enfermedades intestinales de origen nervioso.