El punto de arranque de la relación entre planetas es la conjunción, o sea, la posición de dos planetas o más en un mismo punto del zodíaco. Pero como hemos explicado en el párrafo anterior, cuando no están exactamente en el mismo grado se les concede un orbe (unos grados de margen, igual que si quedas con alguien, la persona te esperará un rato si llegas tarde).
Así, la astrología tradicional considera que dos planetas forman aspecto de conjunción cuando están separados por menos de 6 grados (la astrología Cabalística tiende a que el orbe sea cada vez menor y nos quedamos con 4).
Tengamos en cuenta que los aspectos se relacionan con los Sefirot del Árbol, así que la conjunción tendrá una relación directa con Kether, el primer Séfira y, como este, marcará el inicio de una nueva realidad. Se pondrá en marcha una voluntad de acción.
Cuando dos planetas se encuentran en conjunción, ello significa que inician un trabajo determinado, es decir, que plantan una nueva semilla que ha de dar en su día un nuevo fruto.
La conjunción es el momento Yod, en el que dos fuerzas planetarias fecundan un determinado punto zodiacal. Los planetas ligeros forman conjunciones todos los años, de modo que la plantación de la semilla y la recogida de los frutos se efectúa todos los años igualmente. Pero los planetas pesados: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, coinciden en raras ocasiones y por ello sus encuentros tienen una trascendencia mucho mayor.
Cuando en una carta aparece una conjunción o se ha producido, al correr del tiempo, sobre un punto clave de un horóscopo, significa que la persona tendrá un protagonismo excepcional en la gestación de la nueva simiente de que la conjunción es portadora.
En las Conjunciones, no cabe esperar que se produzcan acontecimientos materiales, puesto que se trata de la plantación de nuevas semillas que tardarán tiempo en florecer. Pero si levantamos la carta astral de la Conjunción, tendremos el horóscopo del “niño” que está naciendo. Si sobre el punto de la Conjunción hubiese una cuadratura de Marte, por ejemplo, diríamos que en el campo en que ha de florecer, será plantada la cizaña.
Teniendo en cuenta que la conjunción unirá a varios planetas (mínimo dos), será importante conocer la naturaleza de esos planetas para saber si esa experiencia en común será más o menos fácil. Si unimos en una conjunción a Saturno y Júpiter, tendremos juntos a dos planetas de naturaleza muy distinta. Será como juntar a un hippie con un banquero, por ejemplo. Deberán ponerse de acuerdo para realizar el trabajo, pero su coordinación no será evidente. Esas dos potencias se verán obligadas a pactar.
Una persona con numerosas conjunciones en su carta indicará que tiene que empezar muchos trabajos a la vez y eso entrañará dispersión y poca concreción.
Cuando dos fuerzas se encuentran, se transmiten energía la una a la otra para poder realizar un trabajo en común.
La conjunción corresponde a Kether (el centro 1) en El Árbol de la Vida.
Claves: Kether-Voluntad. Conjunción: Inicio de un proyecto. Voluntad-libertad. Nacimiento de un propósito. Comportamiento ético. Cuidado con lo que se inicia. Fuerza. Impulsividad.