Curso Inicial de Astrología Cabalística: cómo interpretar una Carta Astral

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Módulo 4: Los planetas

Plutón y su posición en los 12 signos y en las 12 Casas

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Introducción

Plutón es el planeta más alejado de nuestro Sol y por lo tanto, perteneciente, como Neptuno, a otro sistema solar. Si Neptuno realiza en su sistema las funciones que Urano realiza en el nuestro, Plutón ha de desempeñar funciones semejantes a las de nuestro Saturno.

Los astrólogos modernos no se han puesto de acuerdo sobre sus funciones, ni siquiera sobre la manera de representar su signo, siendo el único planeta que se representa bajo distintos grafismos, señal de que hay confusión acerca de su verdadera naturaleza. 

En la mitología, Plutón es el dios de los infiernos, hijo de Saturno y parece que esa es la interpretación que debemos darle. Plutón relaciona el pasado con el futuro, sacando al exterior lo que se encontraba profundamente enterrado, a la manera de un volcán, que al entrar en erupción, sitúa fuera las piedras que estaban dentro, creando así, súbitamente, una nueva realidad en nosotros. 

Plutón vacía lo que en nuestro interior se encontraba cristalizado y de ahí la idea de regenerador, del mismo modo que el infierno regenera las almas que le son confiadas.

Algunos astrólogos han visto en él la octava superior de Marte, porque su manifestación es violenta; pero Marte no es más que el ejecutor de Saturno, por su posición en el Árbol y si Plutón es el Saturno de otro sistema, no es extraño que se parezcan. Lo que sí es cierto es que Plutón se comporta como un Séfira de la columna de la izquierda, arreglando las situaciones con mano dura.

Las personas son aún poco sensibles a las vibraciones de Plutón y es más bien sobre las colectividades que ejerce su influencia, haciendo que estalle lo caduco y que se regenere lo corrupto. 

La Astrología dispone de muy pocos datos sobre Plutón. Un astrólogo alemán, F. Brunhüber, escribió un libro inspirado bajo el título de «El nuevo planeta Plutón», traducido al francés y no sabemos si al español.

Por consiguiente, será la Mitología que nos facilitará las más serias referencias sobre el significado de esta fuerza planetaria.

En primer lugar, digamos que la Astrología Esotérica no considera a Plutón como perteneciente a nuestro sistema solar, como tampoco pertenece a él Neptuno. Es una fuerza colateral, procedente del universo vecino y en la Mitología Griega esto queda expresado diciendo que Plutón, que aparece con el nombre de Hades, fue devorado al nacer por su padre, Saturno, que también se tragó a Neptuno. Es decir, la fuerza plutoniana se expresa a través de Saturno, forma parte de su potencialidad interna.

Pero Saturno tuvo un hijo que no pudo devorar: Júpiter, el cual le arrebató la corona del universo y le hizo vomitar a sus hermanos, distribuyéndoles parcelas de poder; y si a Neptuno le dio el dominio del mar, a Plutón le correspondió reinar sobre los muertos condenados en las regiones subterráneas.

Tenemos pues que su función mitológica es la de regenerar las naturalezas corrompidas de los humanos que descienden a su reino. La leyenda de Hades-Plutón nos dará una información más precisa sobre su actividad.

Plutón se encontraba muy solo en su infierno, dice la leyenda y deseaba casarse. Pero, ¿qué mujer iba a querer vivir en las entrañas de la tierra, rodeada de los monstruos infernales? La única solución consistía en raptar una esposa y llevársela al averno. Esto es lo que hizo Plutón y la elegida fue la joven Perséfona hija de Júpiter y Demeter.

Demeter es una divinidad terrestre, la tercera en el orden generacional, ya que la primera es Gaia, considerada como la tierra primordial, de la que se forman todas las cosas, en analogía con Capricornio. La segunda es Rea, considerada como la madre formadora de las distintas especies y su analogía es Tauro. La tercera, Demeter, era la tierra cultivada gracias al esfuerzo del ser humano, la productora del trigo y protectora de las cosechas. Su analogía es Virgo y por consiguiente, después de haber estudiado las características del signo diremos que Demeter es la tierra de las experiencias humanas, la que nos permite cosechar todo lo aprendido a lo largo de un gran ciclo de experiencias. 

Ya sabemos que D M T (las letras Daleth, Mem, Tau en el código hebraico), que forman el nombre de la diosa, son las letras que expresan el ciclo de la vida humana por cuanto DM es la circulación de la sangre y MT la muerte. 

La vida consciente de la persona empieza con el Daleth, el Mem es la plenitud material de la persona y el Tau es el final de todas las cosas. Así pues Demeter es esa Tierra llegada a su máxima plenitud y por consiguiente, su hija Perséfona será la Nueva Tierra, la que está más allá de la física, o sea, la tierra regenerada y que gracias a esa regeneración puede albergar una nueva vida.

Al elegir a Perséfona como esposa y siendo la esposa la otra polaridad, la otra parte de un mismo ser, Plutón evidenciaba que lo suyo es regenerar, limpiar, purificar.

Perséfona tuvo que ser raptada y lanzó un grito cuando su futuro esposo se la llevó. Ese grito, dice la leyenda, fue oído por varias diosas, entre ellas su madre, pero no pudieron ver al raptor porque llevaba un casco que lo hacía invisible, regalo de los Cíclopes, hijos de Urano.

Como nada podía ocurrir en el universo sin la complicidad de Zeus-Júpiter, Demeter subió al Olimpo para protestar y se negó a descender a la tierra para realizar sus funciones, si el rey del Olimpo no le devolvía a su hija. Entonces ante el peligro de que en la tierra se perdieran las cosechas, si Demeter no reanudaba sus funciones, se llegó un compromiso con Hades-Plutón. Perséfona pasaría seis meses en la tierra, al lado de su madre y seis meses con Plutón en el infierno. Ascendería a la tierra en Primavera y bajaría al infierno en el Otoño. 

Si pasamos del símbolo a las consideraciones prácticas, diremos que la tierra necesita ser regenerada por dentro para que, en Primavera, la fecundidad pueda aparecer en el exterior.

Plutón realiza pues trabajos de regeneración. Los astrólogos tradicionales, en sus interpretaciones, no suelen distinguir demasiado los efectos de Urano de los de Plutón, considerados ambos como destructores. Pero ya vimos al tratar de Urano, que su función es la de separar el mal del bien, de manera que el bien pueda progresar y el mal sea destruido por la fuerza de Repulsión. En cambio Plutón se dedica al tratamiento del mal exclusivamente, no destruyéndolo, sino regenerándolo y para ello lo saca a la superficie, para que se vea.

Ante una realidad concreta, un negocio, por ejemplo, si está montado sobre bases falsas, la acción de Urano las pulverizará porque su poder energético separará sus componentes atómicos. En cambio, Plutón impondrá una regeneración que cambiará sustancialmente la estructura de aquel negocio. Quizás los resultados sean parecidos, pero Plutón permite a la persona darse cuenta de sus errores, mientras que Urano le da únicamente la oportunidad de volver a empezar, sumando en la persona la parte de Bien que se encontraba en los materiales desintegrados en forma de Amor para que en la segunda construcción vea más claro.

Como ejemplo podemos ver que el tránsito de Plutón por Capricornio, el signo de los empresarios y los mandatarios, ha sacado a la luz innumerables corruptelas y todavía le queda trabajo.

A menudo los mitólogos ven en Hades-Plutón al jefe de los demonios, pero es hijo del 2º Rey del universo, Kronos-Saturno, y hermano de Júpiter-Zeus, el rey en funciones. Si Plutón se limitara a regir las actividades después de la muerte, poco interés tendría estudiarlo respecto a las cuestiones de la vida. Pero la fuerza plutoniana trabaja en aquello que está muerto dentro de nosotros, a fin de activarlo y ponerlo en estado de trabajar. 

Y no solamente regenera lo que ha degenerado en nosotros, por descuido, por falta de atención o por utilización no adecuada, sino que Plutón regenera, activa en nosotros estados y órganos que tuvieron su utilidad en el pasado y que ahora no la tienen.

En efecto, en nuestro descenso involutivo, ciertos órganos eran utilizados por las jerarquías creadoras para manipularnos, las glándulas sobre todo. Ahora, en la etapa evolutiva, esos mismos órganos han de servirnos para establecer contacto consciente con seres pertenecientes a anteriores oleadas de vida. Pero esas glándulas se encuentran a menudo atrofiadas o en malas condiciones. Plutón se encarga de regenerarlas. Una vez reparadas, nos vemos dotados de nuevas y sensacionales capacidades.

Esa labor interna de Plutón le ha valido el calificativo de planeta del inconsciente, ya que pone en marcha mecanismos internos que ignoramos.

A menudo se le ha asociado a grandes catástrofes colectivas, a guerras y calamidades, que son en realidad subproductos de su actividad en el interior de la persona. 

En efecto, cuando Plutón recibe malos aspectos, es decir, cuando su actividad es inmoderada, excesiva, su celo en despertar a los muertos, hace que se activen en nosotros fuerzas que nuestra razón no consigue controlar.

Diremos pues que Plutón, cuando está mal aspectado, regenera fuerzas que deberían seguir inutilizadas y que son factores de desorden.

En cambio, cuando recibe buenos aspectos, vitaliza en nuestro interior funciones que nos permiten tomar una más alta conciencia de las cosas, nos permiten acceder a estados de conciencia superiores.

El descubrimiento de Plutón data de 1930 y ya sabemos que es cuando un planeta es descubierto en el exterior que empieza a ser activo en nuestra naturaleza interna, ya que su exteriorización indica que ha arraigado en nosotros, que sus raíces se encuentran ancladas en nuestro suelo humano.

Todo indica que la máquina regeneradora está en nuestra naturaleza. Como esos electrodomésticos modernos que se limpian solos, nosotros también fuimos dotados del artilugio que nos permite regenerar el engranaje, pero el aparato estaba previsto para que entrar en funciones, no inmediatamente, sino en una determinada fase evolutiva, a la que ya hemos llegado.

Plutón es considerado por algunos como la octava superior de Marte y cabe notar que también Marte tiene una función regeneradora en lo individual. Marte obliga al ser humano a enfrentarse con sus contradicciones, a combatir por la conquista de la conciencia. Plutón le da los medios materiales que han de permitirle comprender o sea, los órganos que han de servirle de conducto material para que la comprensión pueda fijarse en él. 

Marte trabaja por fuera y Plutón por dentro, de modo que puede decirse que existe entre ellos una colaboración. Por otra parte, los Luciferianos trabajan con las fuerzas desperdiciadas de Marte, sacando de ellas la fuerza de Repulsión que reduce a polvo la basura, todo lo que en el universo ha sido mal empleado, los restos de las energías que ya han realizado sus funciones. Plutón trabaja en la regeneración de esas energías en vistas a su reutilización. Ambas son pues fuerzas que actúan sobre los mismos elementos.

Algunos astrólogos modernos han atribuido a Plutón la regencia de Escorpio, y es cierto que Escorpio es el signo que cabalga entre las tinieblas y la luz y donde la regeneración de los sentimientos supone una ayuda decisiva para que el alma que vacila entre volver al pasado feliz o encaminarse hacia un futuro lleno de incógnitas. Pero ya sabemos que la proyección de las energías de Escorpio le fue encomendada a Gueburah, como las de Piscis le fueron confiadas a Hesed y no a Neptuno, de modo que esas regencias, desde el punto de vista de la Astrología Cabalística, resultan arbitrarias.

Los malos aspectos de Plutón constituyen auténticas cargas de dinamita puestas en mitad de nuestro camino. Generarán descontrol, liquidación, obsesión, rebeldía, puede dar al que trata de matar moscas a cañonazos.

Los buenos aspectos de Plutón ayudarán a la persona a regenerarse, a limpiarse, a purificarse, a eliminar los lastres, a reconvertirse.

Claves: Regeneración, limpieza, purificación, destrucción del mal, renacimiento, transformación, sacar lo caduco de nuestro interior, reconvertir, renovar, eliminar lo corrupto, superar hábitos perniciosos, bucear en las profundidades de nuestra personalidad, percibir los errores, reparar, desvelar secretos.

Plutón suele tardar 20 años en pasar un signo.

Plutón en Aries 

Cuando se encuentre allí regenerará la «tierra» de Aries, o sea todo lo que este signo rige: la cabeza, vivificando la parte del cerebro que ya está muerta y dará a la persona prodigiosas facultades de percepción.

Plutón en Casa I o Ascendente

La persona estará llena de intenciones regeneradoras, pero el propósito se encontrará en su fase inicial, será el aprendiz regenerador, quien comienza un trabajo que ha de conducirla a un cambio total. Su acción en la sociedad hará que los demás empiecen a sentir la necesidad de ese cambio.

Iniciativas regeneradoras, cambios drásticos en su personalidad, regímenes que cambiarán su apariencia. Sacará fuerzas de sus entrañas para cambiar.

Los malos aspectos harán que su remedio sea peor que la enfermedad. Sus soluciones serán precipitadas y mal adaptadas.

Plutón en Leo 

Sus funciones regeneradoras tienen como escenario el corazón. En esta posición Plutón prepara al ser humano para cobijar en sí al Ego Superior; hace que el corazón sea esa tierra fecunda que surge en Primavera, cuando Perséfona, la esposa de Plutón, aparece en la superficie para unirse a Demeter. Diremos pues: corazón rico, abundante, que ha de verse regenerado en el curso de la vida.

Con malos aspectos corazón atormentado sometido suplicios; padecimientos del corazón.

Plutón en Casa V 

La persona encontrará en su camino personas que la llevarán hacia su regeneración moral. Gracias a ellas en su naturaleza se producirá un gran cambio.

Suerte en la regeneración, en los cambios. Hijos que te llevan a regenerarte, por su actitud o por su luz. Cambios a través de la libertad, en las vacaciones. Enseñar a los demás a cambiar.

Con malos aspectos, encontrará gente que intentará hacerle cambiar a la fuerza. Los hijos le obligarán a cambiar. Búsqueda de la libertad a través de situaciones volcánicas.

Plutón en Sagitario 

Las virtudes de Plutón se exteriorizan, viajan, caen de lo alto y se esparcen por la tierra, convirtiendo a la persona en curandera. Con Plutón en esta posición, las personas pueden curar sus propios males, autosanarse y sanar a los demás. La regeneración llevará a la persona más allá.

Con malos aspectos, accidentes y catástrofes, desplazamientos peligrosos.

Plutón en Casa IX

Dará el curandero, el que derrama sobre los demás su orden interno restablecido. Esta posición representa la etapa que sigue a la anterior. Si en la Casa V encuentra circunstancias regeneradoras, en la IX se convierte en el regenerador a nivel primordial, siendo, como Prometeo, el portador del Fuego a la Tierra, quien, con su actuación, aumenta la intensidad vibratoria de las personas con las que entra en contacto, produciendo en ellas el milagro de su regeneración.

Viajes regeneradores. Cambios que llevan a la persona más allá. Búsqueda de la espiritualidad a través de la regeneración. Ideales regeneradores. Justicia que regenera. Filosofía que genera cambios.

Con malos aspectos: portador de tormentos, de venganza, viajes peligrosos o molestos. Obligar a los del entorno a cambiar. Cambios a través de operaciones, a golpe de bisturí.

Plutón en Cáncer 

Regenerará la tierra de Cáncer, lo que este signo rige, es decir el estómago, depositario de los alimentos. Ya sabemos que en Cáncer el alimento divino, el huevo divino elaborado por los signos de Fuego, penetra en los sentimientos, alimentándolos. Hay estómagos que rechazan la comida, la devuelven o bien están ulcerados y no la digieren. 

Plutón en Cáncer pondrá a la persona en condiciones de realizar ese trabajo. A un a nivel físico, será la persona con un estómago a prueba de bombas. A nivel espiritual, será la persona que interioriza a la perfección el alimento que le viene de los mundos superiores, digiriéndolo y triturándolo para hacerlo asimilable por los sentimientos, de manera que esos sentimientos quedarán impregnados de espiritualidad. 

Diremos pues: regeneración por la vía sentimental; sentimientos fecundos de Primavera a Otoño, cuando Perséfona suba a la tierra exterior.

Con malos aspectos: tormenta sentimental, incapacidad de absorber el pensamiento divino, destrucción del aparato digestivo.

Plutón en Casa IV 

Regenerará el hogar, la madre, las raíces. El poder regenerador se encontrará en el pasado, en la familia, en la casa en la que la persona ha nacido. Si en la vida ha perdido la brújula y no sabe de dónde viene ni a dónde va, volviendo a sus orígenes encontrará la razón de todas las cosas. 

En lo físico recuperará la salud yéndose a los escenarios de su infancia. En lo espiritual, ese mundo infantil producirá en ella revelaciones. Fecundidad de la madre.

Dará una madre revolucionaria, que le hace cambiar. Herencia regeneradora. Podrá regenerarse a través de la comida o del ayuno. Cambios alquímicos.

Con malos aspectos: infierno en casa, destructividad en las personas que forman el hogar. Peligro de incendios, de explosiones, catástrofes. Por regir el mundo subterráneo, Plutón es particularmente fuerte en ese sector, tanto en lo bueno como en lo malo.

Plutón en Escorpio 

Su capacidad regeneradora se aplicará a lo regido por Escorpio: los órganos sexuales, el recto o sea el mecanismo que propulsa la materia usada al exterior. Por consiguiente, la acción de Plutón en Escorpio ha de regenerar las funciones sexuales, potenciándolas en primer lugar, lo que ha de dar como resultado un aumento de la natalidad.

En otro orden de cosas, al restablecer las funciones de propulsión de materias fecales, podríamos anunciar el fin del estreñimiento. Pero es a escala superior que esto tiene su importancia, como veremos.

Al estudiar Escorpio hemos visto que sus mecanismos interiorizan los sentimientos, que los encierran como en una prisión y ello produce el descubrimiento de uno mismo, con el aditivo de amor de sí mismo, orgullo, vanidad, exceso de consideración. 

Si en Escorpio no funcionara un mecanismo de expulsión que arroja las escorias de los sentimientos, estos se volverían negros a fuerza de concentrarse y cuando en la etapa siguiente, la de Piscis, estos sentimientos se liberaran, caerían sobre el mundo como una bomba, destruyendo todo lo que tocaran. 

Así ocurre a menudo y por ello Piscis y su Casa XII están relacionados con las prisiones y las calamidades. Para que Piscis no conduzca hacia situaciones comprometidas, es preciso que en Escorpio funcione ese mecanismo de expulsión que permite a los sentimientos usados salir al exterior. 

Plutón, al activar esa función, permite pues que el amor propio no se acumule en el interior de la persona, que tenga una válvula de escape, de manera que cuando los sentimientos escorpinianos se proyecten al exterior, sean apacibles, armoniosos y encuentren sus vacíos donde ubicarse.

Los malos aspectos generarán problemas en la función sexual. Las mujeres tendrán problemas de gestación; los hombres pueden padecer impotencia. Y en lo relacionado a la expulsión, es evidente que no se hará y las materias emocionales usadas permanecerán en el interior de la persona, así de un amor excesivo hacia sí mismo, se pasará a un odio excesivo con deseos de autodestrucción.

Plutón en Casa VIII 

Regenerará lo que se haya formado con nuestra actividad sentimental, los vínculos que con los sentimientos hayamos establecido y que ahora vuelven a nosotros con su carga de amor y de odio. O sea, que esa regeneración tocará a las personas que se acercan a nosotros por la vía sentimental. Serán ellos los regenerados y por consiguiente, si esas personas constituyen para nosotros una amenaza, porque antiguamente han sido nuestras víctimas, esa amenaza quedará sin efecto. 

Podemos decir pues que Plutón en esta posición actúa como una fuerza que perdona las culpas, que blanquea el destino. También ha de beneficiar a aquellos con los que estamos ligados por lazos de bondad.

La VIII es una Casa de circunstancias, una Casa He y en ella la sociedad es activa y nosotros somos pasivos, de modo que Plutón actuará sobre las circunstancias a la manera de una providencia subterránea que las modifica.

Regenerará el amor hacia uno mismo. Atraeremos a personas que quieren regenerarnos. Cambios a través del sexo. Regalos que nos llevan a cambiar.

Si Plutón está mal aspectado en la Casa VIII, manifestará su faz destructora y resultará malo para las personas que se acercan a nosotros, tanto si es para amarnos como para odiarnos. Es la posición de los viudos, de los que resultan gafes. Las personas queridas pueden ser portadoras de problemas.

Por último siendo la Casa VIII la indicadora del dinero del otro, un Plutón bien aspectado será portador de riquezas y mal aspectado, destruirá la riqueza del cónyuge.

Plutón en Piscis 

Si en la etapa anterior, la de Escorpio, Plutón regeneraba los sentimientos dentro de la persona, permitiéndole eliminar la escoria, aquí su poder regenerador se aplicará a los mecanismos de exteriorización de manera que el propósito sentimental que sale de nosotros ya no sea el mismo que habíamos proyectado antes de su lanzamiento al exterior. Producirá pues una renuncia al mal, una vez programado.

Piscis rige los pies que aguantan todo edificio humano, como lo aguantan los sentimientos que lanzamos al mundo y que constituyen hoy por hoy la base, el fundamento de nuestra existencia. Plutón en Piscis dará el ser de pies limpios, quien no ensucia el mundo poniendo los pies en él.

Los malos aspectos darán problemas en los pies, en la base de las emociones.

Plutón en Casa XII 

Si en el signo Plutón regenera, filtra las energías que van a integrarse a nuestra naturaleza, en la Casa regenerará las que nosotros expulsamos. Resultará así un depurador de nuestra producción sentimental. El mal que podamos emitir no alcanzará su objetivo, será transmutado en pleno vuelo, el propósito cambiará de aspecto, se blanqueará. 

Por su vertiente negativa, la persefoniana, Plutón hará que nuestra tierra sentimental sea fecunda, es decir, que nuestras emociones produzcan al céntuplo, que nuestros deseos arraiguen profundamente en los demás y que florezcan en ellos. 

Diremos pues: extraordinaria fuerza de penetración de los sentimientos, poderes sentimentales. Nuestra Agua será creadora, en un hombre le dará fuerza generadora; en una mujer, fecundidad.

Plutón en Casa XII puede hacer que la persona se enamore de alguien que le regenerará. Secretos que regeneran. Pruebas regeneradoras. Acciones humanitarias regeneradoras.

Con malos aspectos Plutón aparecerá bajo la faz del que da tormento al condenado y los sentimientos que saldrán de nosotros serán atormentados, lúgubres destructores, subterráneos, secretos.

Plutón en Libra 

Regenerará la función de los riñones, que es la de filtrar la escoria para ser eliminada, mientras permanecen en el cuerpo las sustancias útiles a la vida. La ciencia médica ha dado pasos agigantados en los cuidados relacionados con los riñones durante el tránsito de Plutón por Libra.

Si pasamos el terreno físico al psíquico, Plutón en Libra ha de regenerar las alianzas que el signo preside, empezando por la del matrimonio, puesto que al elegir pareja lo hacemos o deberíamos hacerlo por lo menos, con el mismo criterio con que el riñón separa la materia útil, la que puede integrarse al cuerpo, de la que no cabe en él y que constituiría una amenaza si se introdujera en los circuitos vitales. Cuando esto ocurre, la sangre se envenena y el cuerpo muere. 

De igual modo, si introducimos en nuestra vida un aliado que nuestro cuerpo psíquico rechaza, envenena nuestro medio ambiente y debemos morir psíquicamente a lo que éramos para ser distintos.

Así pues, regenerar las alianzas significará dotar a la persona de criterio para que sepa desembarazarse de las personas que no encajan en su personalidad e integrarse a las que sí encajan, a las que son complementarias y pueden aportarle los materiales necesarios a la edificación de su vida.

Toda construcción adecuada comienza con la preparación del terreno. Por ello no es extraño que el tránsito de Plutón por Libra se haya caracterizado por esa vasta ruptura de alianzas.

Los nacidos con Plutón en Libra volverán a considerar el matrimonio como una institución necesaria, formarán sociedades para multiplicar la vida y no como instrumentos de enfrentamiento.

Plutón mal aspectado en Libra presentará su faz destructora, liberando a la persona de sus escorias de una manera violenta.

Plutón en Casa VII 

Actuará a niveles prácticos, fortaleciendo y regenerando el canal por el que transcurre la fuerza de la razón que la persona ha interiorizado. Esa razón que le permite descubrir lo que le conviene, se verá así profundamente vigorizada. 

Su vida de asociación será fecunda cuando, de la Primavera al Otoño, Plutón mande a su Proserpina a la faz de la tierra. 

Si forma buenos aspectos, será la persona que encontrará justo lo que le conviene, en el matrimonio, en las asociaciones comerciales. Dará con la persona que aporte las cualidades complementarias.

Dará también la posibilidad de encontrar una pareja regeneradora, un socio que te cambia la vida o un grupo que le transforma.

Con malos aspectos ocurrirá lo contrario y Plutón estará trabajando en el derribo de lo instituido. Sus edificaciones humanas tendrán poca solidez.

Plutón en Acuario 

Regenera las piernas y los músculos que contienen y cuya fuerza nos permite avanzar, saltar, correr, bailar, es decir, dejar el mundo material, aunque sea por un instante para elevarnos a las alturas, subir a las montañas y bajar a los valles. 

En esta posición, Plutón ha de favorecer el atleta y en lo espiritual al que avanza rápidamente porque sus resortes mentales son vigorosos. Es la persona que hará camino, que se elevará a las cimas y sabrá descender cuando sea necesario. Su naturaleza psíquica será flexible, adaptable.

Plutón en Casa XI 

Los amigos, los que acudan a la persona por razones intelectuales, serán esos que avanzan rápidamente y su contacto permitirá a la persona superar los escollos materiales. Amigos regeneradores. Inventos que regeneran el mundo.

Por su polaridad negativa, Plutón en la Casa XI producirá un florecimiento de amistades. Serán amigos poco comunes, bien preparados para la comprensión del Pensamiento Divino. Amigos regenerados, a través de los cuales le vendrá a la persona su propia regeneración.

Los malos aspectos significarán amigos pasivos; amigos que sufren, que son sometidos al fuego purificador que se presenta bajo el aspecto de diversas desgracias.

Plutón en Géminis 

Regenera los pulmones y las vías respiratorias y en lo espiritual, da fuerza y vigor a los órganos que permiten expresar el pensamiento-Aire. 

Dará pues a la persona que se encuentra en condiciones de manifestar el pensamiento divino con fuerza; le dará el don de persuadir y de convencer.

Plutón en Casa III 

Dará fuerza, vigor, énfasis, a la manifestación del pensamiento humano. Será el orador profundo, convincente. En su pensamiento florecerán toda clase de plantas o sea, será una persona fecunda, creadora, se interesará por todo y lo que salga de ella tendrá propiedades regeneradoras para quienes la leen o la escuchan. Será pues la persona que transmutará las naturalezas corrompidas con la fuerza de su verbo.

Hermanos regeneradores. Discursos que transforman a su auditorio. Desplazamientos que regeneran.

Con malos aspectos: pensamiento destructor, diabólico, cuyo principal inconveniente es que será convincente y por ello aumentará la intensidad del mal que pueda hacer.

Plutón en Capricornio 

Regenera la parte del cuerpo dominada por el signo, esto es, las rodillas y el esqueleto. Las rodillas sirven para elevarse y realizan a una gran función en nuestro caminar diario. 

También en el sentido simbólico, Plutón en Capricornio regenerará el órgano que permite ascender a la montaña del conocimiento. Dará fuerza y vigor al esqueleto, que es el armazón primordial que sostiene todo el edificio humano, permitiendo a la vida física manifestarse con esplendor. 

Será pues la persona de materiales sólidos, que goza de buena salud en lo fundamental; sus fundamentos son sólidos y como el cuerpo físico es el que sirve de sostén a los demás, los cuerpos superiores han de encontrar una base fiable.

Con malos aspectos problemas para sostener su cuerpo, problemas de salud.

Plutón en Casa X 

Dará fuerza y estabilidad a la vida social y profesional o sea, a la parte de su vida que sostiene a todas las demás. Plutón trabajando en el interior de la tierra, no es nunca aparente. Su fuerza permanece oculta, de modo que, situado en el dominio social, en la vida exterior de la persona, hará que exista en ella una reserva, un misterio. Su fuerza profesional no será aparente y solo se irá desvelando con el paso del tiempo.

Si recibe buenos aspectos, será una garantía de exuberancia profesional y social. Dará a la persona un poder oculto y su vocación lo llevará a dominios subterráneos, relacionados con el inconsciente, con el gran misterio del mundo.

Plutón en la X puede dar un padre poderoso, que esconde secretos, con un gran poder regenerador. La persona se regenerará a través del trabajo con el desarrollo de su actividad profesional, a través del padre.

Con malos aspectos: profesión tenebrosa, dedicación profesional al servicio del mal. Destrucción profesional, posibles accidentes en el trabajo.

Plutón en Tauro 

Regenera la parte del cuerpo dominada por el signo, esto es, la garganta, con todos los órganos que se encuentran en ella, la laringe, las amígdalas. Con una laringe fuerte y en buen estado de funcionamiento, la persona ha de tener una bonita voz. 

Pero no es este principal don de Plutón en Tauro. La laringe, la garganta, el cuello, constituyen órganos fundamentales para el ejercicio del canto. Y el canto expresa, a nivel material, las armonías celestes. Diremos pues que Plutón en Tauro ha de favorecer la expresión armónica del todo cuanto existe en el universo. 

La persona tendrá la facultad de expresar armoniosamente todo lo creado, haciendo que todo se integre en todo, cada parte potenciando, dando relieve y belleza a las otras partes.

Habrá poquísimas personas vivas teniendo en sus temas esta posición, y Plutón no era activo aún la última vez que estuvo en Tauro. La generación que nazca con esta posición, en un futuro, quizás consiga que la Tierra exprese todas las armonías del cielo.

Plutón en Casa II 

Todos los bienes de Tauro irán a la persona como si fuera un imán que los atrajera. Esta es una posición de riqueza, de abundancia material. La faz negativa de Plutón, la proserpiniana, fecunda el aspecto tierra en la vida de la persona y la sitúa en tierra rica. 

Si Plutón situado en otro sector de un tema natal, entrara por tránsito en la Casa II, en ese momento de su vida, si ha nacido pobre, iniciará el camino hacia la riqueza y la abundancia, siempre, claro está, que no forme malos aspectos.

Los malos aspectos de Plutón en ese sector harán que aparezca la figura del rey Midas, ese infortunado que pidió que todo lo que tocara se volviera oro y no pudo llevarse bocado a la boca porque el alimento se convertía en oro apenas tocarlo.

Plutón en Virgo 

Regenera las funciones digestivas, mediante las cuales los alimentos son transformados en combustible orgánico, mientras que la parte inútil pasa al intestino para ser desechada. Esta separación de lo útil para ser aprovechado a fines superiores, es el trabajo humano que ha de realizar la generación que nació con Plutón en Virgo entre 1957 y 1973. 

La Fecundidad plutoniana actúa aquí sobre las funciones de selección y desprendimiento, de modo que las personas sabrán reconocer lo que les es útil y se desprenderán de lo superfluo.

Ese Plutón en Virgo ha de mostrarse eminentemente activo y renovador, puesto que en ese signo conjuncionó con Urano y de ese encuentro del Amor Divino con lo profundo, lo enterrado, ha de salir a flote la verdad primordial, el orden divino que presidía en la Tierra en su primera época, cuando los seres humanos obedecían a los mandatos de su jefe interno. Entonces esa obediencia era involuntaria, puesto que la voluntad humana no se había desarrollado aún, pero ahora será en plena conciencia que las personas se pondrán a vivir al ritmo de la divinidad.

Los que tienen al Sol, Ascendente o Casa X en Virgo, serán los principales llamados a esa tarea.

Los malos aspectos de Plutón en Virgo han de producir la muerte violenta de un mundo; la destrucción del imperio material y el advenimiento de una nueva civilización de una manera violenta.

Plutón en Casa VI

Le pondrá motor al desprendimiento de nuestras posesiones materiales, haciendo de la persona alguien realmente pródigo. Si posee fortuna, pronto se desprenderá de ella. Será el gran liquidador impulsado por una necesidad de tirar todo su mundo por la borda. Si no posee bienes dará sus tesoros, lo que más estime, quizá su belleza, a cambio de nada; o su talento, sus ideas, su trabajo. Será esencialmente el que da todo contra nada.

Servicios regeneradores, salud regeneradora.

Con malos aspectos, dará lo suyo y lo de los demás. O bien sus servicios pueden consistir en llevar a su prójimo destrucción. 

Plutón mal aspectado en la Casa VI puede dar el asesino a sueldo y hasta sin sueldo, porque su dinámica le impulsa a prestar servicios violentos. Puede ser el genocida, el liquidador de todo un pueblo.

Lo mismo que sucede con los demás planetas, la posición de Plutón en las Casas de Tierra, la X, la II y la VI, tendrá mucha más fuerza que en cualquier otra, puesto que supone que Plutón está trabajando en el último de los 4 ciclos elementales y que, por lo tanto, es una fuerza, hecha, experimentada, madura, preparada para dar frutos.

Epílogo

Las influencias que recibimos de los planetas no son monocolores, es decir, no nos viene de ellos un impulso de una calidad determinada y monocorde, sino que cada planeta tiene diferentes tonalidades, puesto que en muchos de ellos se encuentran materiales que corresponden a los diez Sefirot.

En nuestra Tierra, por ejemplo, sabemos que el hierro procede de las vibraciones de Marte y el estaño de las vibraciones de Júpiter, etc. Así, diremos que el hierro es la parte que Marte posee en la Tierra y el estaño la parte de Júpiter en la Tierra. Lo mismo sucede en los demás planetas y según su posición en nuestra carta astral captaremos de ellos, además de su propio influjo, ese aspecto particular de su personalidad.

Aprovecho también para recordar que los apuntes de este curso pretenden ser solo un punto de arranque, nunca un punto final. Cada explicación, cada clave, debe ampliarse por parte de la persona que interpreta.

Un planeta en un signo o en una Casa marca una tendencia y la persona la vivirá de una manera o de otra en función de su nivel evolutivo. Esto significa que hoy puedes interpretar una posición en tu carta astral que dentro de un año puede haber variado, del mismo modo que no te afectará lo mismo una noticia a los veinte años que a los cincuenta.