Significará que puede manifestarse en el persona una voluntad torcida. Las fuerzas subterráneas que se activan con esta posición pueden llevar a la persona a creerse superior y a suscitar la admiración de sus semejantes, a los que exigirá que le rindan tributo, que le den su peso en oro, como hace el Aga Khan.
Para ello será preciso que se encumbre y será capaz de cualquier cosa con tal de hacerlo. Pocos escrúpulos la detendrán en su escalada, pero utilizará medios que la sociedad acepta; es decir, se encumbrará por medio de las reglas que la misma sociedad ha instituido, de modo que la influencia de la Cabeza de Dragón en Aries dará aparentes resultados positivos.
Pero, a menos que la persona comprenda que es preciso vivir las responsabilidades de poder y comprenda que su ardor interno es suscitado porque anteriormente se lavó las manos de tales responsabilidades; a menos que esto ocurra, la voluntad torcida le llevará a aplastar a los demás, con lo cual generará una nueva negatividad, que un día tendrá que liquidar por la cola.
Cola de Dragón o Nodo sur en Aries
Significará que la voluntad torcida se encuentra en su tercera generación, por así decirlo y ello dará lugar a la persona que para encumbrarse y tener mando, ya no recurre a los medios ordinarios que le ofrece la sociedad, sino a todos los ardides, las suciedades y artimañas.
Puede ser capaz de recurrir a la violencia, si con ello elimina al adversario. Hay que comprender que esto será así únicamente si la persona tiene algo a liquidar en el tercer fondo de modo que no pueden hacerse previsiones basadas en esta posición, sino simplemente tener en cuenta su significado por si se manifiesta.
Por otra parte, si la voluntad torcida se encuentra en el segundo nivel, en estado He, aparecerá en la vida de la persona como circunstancias, pudiendo convertirse en la víctima de personas con una desmesurada ambición.
Hay que tener en cuenta, además, que Aries es portador de porvenir, que es un signo de futuro, del que emana algo que se convertirá en realidad más tarde, de modo que los significados de los Nodos en esta posición pueden aparecer tarde en la vida o bien manifestarse tarde los efectos de una actitud contraria a las reglas cósmicas que la persona ha tenido desde una edad muy temprana o aún que hayan concurrido circunstancias desgraciadas en la infancia, como pueden ser la muerte de los padres, proyectando su sombra sobre el futuro.
Cabeza de Dragón o Nodo Norte en el Ascendente
En Aries, las fuerzas que potencian la voluntad torcida, se manifestarán, pero serán canalizadas a través de la Casa Terrestre que se encuentre en este signo, mientras que si la Cabeza de Dragón aparece en la Casa I, serán las iniciativas tomadas por la persona las que llevarán el sello de la voluntad torcida, lo cual puede llevarla a estar sometida a esa voluntad, puesto que estará plantando las semillas de lo enrevesado.
Sin embargo, repitamos que dado que estamos en un mundo edificado por los de Abajo, esta será la persona que encajará perfectamente con la dinámica del abismo, de modo que puede ser la gran triunfadora, aquella a la que todo le sale bien, eso sí, con mucho sudor y lágrimas, porque estará edificando un mundo que necesitará un esfuerzo constante para hacerlo aguantar.
Será, por excelencia, la persona del pacto con los de abajo y los luciferianos pueden darle oro y riquezas a cambio de que sea su instrumento. (Donald Trump tiene el Nodo Norte en el Ascendente).
Si reacciona positivamente ante las adversidades inherentes al enfrentamiento con las reglas, logrará grandes experiencias humanas que lo situarán muy lejos del punto evolutivo en que se encuentra. Pero si se empeña en decir que en su obra está la verdad y que el mundo es el que está mal, el nivel de la perversidad subirá y más tarde o más temprano se verá confrontado con la Cola del Dragón.
El Nodo Norte en el Ascendente también puede dar, con ciertos aspectos, miedo a tomar iniciativas, miedo a lo nuevo, a lo que arranca, miedo a mostrar su verdadera personalidad y por lo tanto, a mostrar sus valores.
Cola de Dragón o Nodo Sur en el Ascendente
Lo dicho al enjuiciar esta posición en Aries hay que aplicarlo a las iniciativas que tomará la persona con la Cola de Dragón en el Ascendente. Si con la Cabeza sus construcciones pueden aguantar a base de esfuerzo, porque se inscriben en un contexto idóneo, con la Cola esto no será posible, porque lo degradatorio ha tocado fondo y por mucho tesón que se le ponga, nada puede detener el proceso de putrefacción.
Será pues la persona a la que muchas de sus iniciativas le salen mal, por mucha inteligencia que ponga en ellas, de modo que deberemos recomendar a los que tengan esta posición en sus temas, que tengan paciencia y que esperen a que ese contenido se haya gastado.
Igual recomendación a los que tengan esta posición en sus temas de Revolución Solar, por espacio de su año o a los que lo tengan en el tema de Nueva Luna, por espacio de un mes.
Esta posición puede resultar perturbadora para la salud. Pero repitamos que la mayor o menor intensidad del flujo que sale por estos agujeros depende de la abundancia existente en el depósito personal y también del pacto del jefe interno con los Ángeles del Destino en el momento de encarnar, si pidió liquidar poca o mucha cantidad de karma.
En términos generales, esta posición ha de producir una merma en la persona: merma de la salud, de lo conseguido con sus iniciativas, pérdida de negocios, de amores y la única forma de combatir los efectos de esta posición, será propiciando esa merma, es decir, renunciando anticipadamente a lo que, de todas formas ha de perderse.
Los sucesos deberían aleccionar a la persona sobre lo que debe suprimir voluntariamente: dejar amores, dejar negocios, practicar el ayuno, abstenerse de fumar, de beber, de sexear, etc. La propia vida le indicará cuál es el campo a liquidar.
El Nodo Sur en el Ascendente dará los mismos miedos que daba con el Nodo Norte, pero agravados, con ciertos aspectos, miedo a tomar iniciativas, miedo a lo nuevo, a lo que arranca, miedo a mostrar su verdadera personalidad y por lo tanto, a mostrar sus valores.