Domicilio: De 5º a 10º de Piscis (regencia física)
Otros escenarios de actuación (regencia emocional):
De 7 a 8 grados de Géminis
De 19 a 20 grados de Leo
De 1 a 2 grados de Escorpio
De 13 a 14 grados de Capricornio
De 25 a 26 grados de Piscis
En el Horóscopo actuará, además (regencia personal):
1º. De 67 a 68 grados a partir de la posición del Sol
2º. De 139 a 140 grados a partir de la posición del Sol
3º. De 211 a 212 grados a partir de la posición del Sol
4º. De 283 a 284 grados a partir de la posición del Sol
5º. De 355 a 356 grados a partir de la posición del Sol
En el ciclo diario: de las 22,20h a las 22,40h después de la salida del Sol (regencia diaria).
Lo que puede obtenerse de HABUHIAH:
- Conserva la salud y cura las enfermedades.
- Fecundidad en las mujeres.
- Consecución de cosechas abundantes.
- Da amor por el campo, los espacios libres, la agricultura y la jardinería.
- Protege contra los parásitos, las enfermedades del campo; contra la esterilidad y el hambre.
Plegaria
HABUHIAH: Dios que da con liberalidad. Load al Eterno, porque Él es Bondad y su misericordia es para siempre jamás.
HABUHIAH, Haz que mi fe sea fecunda
y que pueda con ella mover montañas.
Haz que tu luz, acumulada en mi interior, sea tan intensa,
que pueda con ella restablecer la salud de los enfermos.
Haz que las tentaciones que la vida me depare
sirvan para fortalecerme y adquirir una más alta conciencia.
Señor HABUHIAH, dame fuerzas para ser osado;
dame valor para afrontar el peligro;
dame tu luz para vencer mi oscuridad.
Llévame con mano firme
a los dominios de la verdad y la trascendencia.
Hazme ciudadano de ese mundo
en el que ya no existe la duda.
Permíteme oh Señor HABUHIAH,
que sea para los demás una fuente de salud y de alegría.
Exhorto:
La Verdad no puede manifestarse en un organismo enfermo.
Dios me ha situado en este punto del espacio
para que aporte la salud y la plenitud a los cuerpos.
En mí, peregrino, aprenderás, los valores de la interiorización.
Una virtud, para serio,
es preciso que sea fuerza acumulada,
almacenada en tu fondo humano durante años, décadas.
No podrás ser un bien para los demás
si antes no te has convertido en un bien para ti;
no pretendas curar si tú mismo estás enfermo.
Pero si has sabido condensar la virtud que de mí se desprende,
entonces todo a tu alrededor será fecundo
y tu vida será como un jardín,
en el que crecen y se exhalan las más bellas flores.
En mí encontrarás los materiales para edificar ese jardín
en el que será bello vivir.
Hacer que la vida de tu prójimo sea bella,
he aquí tu misión.
Pero antes, esa belleza debe florecer en tu fuero interno,
y tienes que amarte antes, para poder proyectar tu amor al mundo,
a los hombres y al Eterno.
Rostro angélico de Habuhiah
Habuhiah es el Rostro marciano de la Luna, en el que la naturaleza masculina y femenina se unen felizmente para aportar fecundidad.
El signo de Cáncer, regido por la Luna, es el He zodiacal. Marte es el He sefirótico, de modo que en Habuhiah se unen el potencial fecundador y la capacidad gestadora. Por ello dice el Texto Tradicional que este genio domina sobre la agricultura y la fecundidad y que sirve para conservar la salud y curar enfermedades. Su atributo es Dios que da con liberalidad y se refiere a esos dones físicos que han de permitir a la persona vivir rodeada de abundancia. Marte es portador de salud y fuerza. Rige el sub-Sendero que une Yesod a Gueburah en su trayecto de Retorno.
Pero ese don será un potencial que la personalidad deberá convertir en fructífero mediante el Trabajo. Marte es el planeta del trabajo y este Rostro anuncia una persona dedicada a la labor ardua de hacer fructificar las cosas.
Si el Rostro de Habuhiah aparece en una carta astral, diremos pues que nos encontramos ante un obrero, ante alguien que realizará una obra. Sus imágenes internas lo abocarán al mundo del trabajo y trabajar será uno de sus objetivos.
Su trabajo le valdrá una abundante cosecha en el dominio de su especialidad, lo cual ha de quedar indicado con la posición de Marte, Ascendente y Casa X, junto con los planetas que puedan potenciar a Habuhiah.
Las disonancias, al desorganizar esa fuerza, producirán todo lo contrario: esterilidad, enfermedades. Los insectos, generados en las bajas regiones, aparecerán para devorar las cosechas. En lo humano, los insectos son los parásitos, los gorrones, los vagos que viven del esfuerzo de la persona.
El Rostro de Habuhiah aparece en una carta astral cuando la Luna se encuentra en los grados de Marte, es decir, de 4 a 5, de 14 a 15 y de 24 a 25 de cualquier signo. Los planetas situados en el Domicilio Zodiacal o en los grados de regencia, por Rotación de Habuhiah, lo estarán potenciando.
Programa profundo de Habuhiah
HABUHIAH es el cuarto del coro de Angeles y se ocupa en Yesod de los asuntos relacionados con Gueburah; sitúa en nuestra morada filosofal 68 la esencia llamada Curación. El don que nos trae HABUHIAH es el de insuflar en nosotros los principios de la conservación de la salud. Es el don que procede de Gueburah, que tanta responsabilidad tiene en la pérdida de la salud, porque es el Séfira que, a título de ejecutor de Júpiter, hace que arraigue en nosotros el deseo, un deseo sin leyes y sin normas, el cual, una vez instalado en nuestra naturaleza interna, succiona todo lo que, en el exterior, propicia la satisfacción de ese deseo.
Pero Gueburah/Marte es también el ejecutor de Binah/Saturno y, a este título, es el encargado de instituir la Ley en los Deseos. En esta, su última intervención antes de que la experiencia decretada por el Ego Superior desemboque en Malkuth, el mundo material, Marte/Gueburah nos otorga la capacidad de reglamentar nuestros deseos, de ordenarlos y ajustarlos a la dinámica cósmica.
La recuperación de la salud consiste precisamente en esto, en reajustarse a las normas divinas, en la perfecta integración a las funciones de la máquina cósmica. Si estudiamos la moderna maquinaria que existe en nuestros talleres, vemos que hay piezas fundamentales y otras que no lo son; hay piezas que si no ejercen bien sus funciones, todo lo demás falla, y otras, complementarias, que aunque fallen, nada pasa: son piezas ornamentales, de lucimiento de la máquina, que están al margen de su funcionamiento.
Por consiguiente, en el mantenimiento de la maquinaria a unas piezas se les exige más que a otras y los mantenedores les dedican especiales cuidados. Valga este ejemplo para ilustrar el hecho de que en el tema de la salud, las mismas reglas no son válidas para todo el mundo. Auténticos crápulas, juerguistas empedernidos, viven en un perfecto estado de salud, mientras que personas virtuosas están permanentemente enfermas. ¿Cómo es posible que yo, tan virtuoso – piensan los interesados -, no logre alejar las enfermedades, cuando otros, malvados de solemnidad, tienen una salud a prueba de bombas? La respuesta es que ellos son piezas fundamentales y los otros no.
Suele ocurrir que ciertas personas se elevan de pronto por encima de su nivel ordinario, eligen el camino de la espiritualidad, se convierten en luces para los demás, pero son reacias a abandonar los privilegios de su vida anterior: pretenden ser piezas fundamentales en el engranaje cósmico, pero siguen comportándose como piezas de segundo orden. Ese desfase entre lo que quieren ser y lo que son produce alteraciones en su estado de salud, y HABUHIAH se encarga de hacérselo comprender. O permanecen como piezas del montón y reciben el tratamiento reservado a esas piezas, o bien ocupan puntos esenciales en la mecánica y tienen que someterse a un tratamiento especial. El ser el Dr. Jekyll de día y Mr. Hyde por la noche siempre trae consecuencias funestas para la salud.
Al ascender por la montaña sagrada del conocimiento, afloran nuevas melodías, nuevos ritmos, nuevos mensajes que comportan nuevas formas de vida, nuevas ideas, nuevos sentimientos. El tejido de esta ascensión espiritual puede compararse al de un disco, en el que cada microsurco expresa una parte de la melodía y no podemos escuchar a la vez la música grabada en los microsurcos finales y la que contienen los primeros. Si el músico que hay en nosotros toca dos melodías a un tiempo, una de inspiración elevada y otra sensual, con mucho bombo y mucho rock, la segunda ahogará la primera y nuestro organismo no resistirá el concierto. No se puede andar con un pie en la montaña y otro en el valle sin pasarlo muy mal.
HABUHIAH nos habla de todas estas cosas. Restablece nuestra salud, no diciéndonos las píldoras qué debemos tomar, sino indicándonos en qué sintonía debemos vivir para estar en orden con el universo: el secreto de la buena salud está ahí y todo lo demás son parches que aguantarán más o menos, pero que al final dejarán las cosas como estaban. Vivir integrados al puesto que nos corresponde significa que recibimos los servicios de mantenimiento correspondientes a nuestra condición por parte de los obreros cósmicos, mientras que si estamos fuera de nuestro lugar o en dos sitios a la vez, los servicios de reparación que recibimos no son los adecuados.
Pero HABUHIAH hace mucho más que informar sobre los principios de la conversión de la salud y la curación. Este genio nos presta su ayuda cuando, con nuestro comportamiento, hemos vulnerado las reglas del buen vivir, y así se ha visto que personas que de acuerdo con los cuadros médicos deberían estar muertas, siguen vivas, en espera del día en que se produzca en ellas la necesaria reacción. Los influenciados por HABUHIAH conservarán la salud, por así decirlo, contra viento y marea. Busquemos pues la salud en los días y en las horas presididas por este genio, pero no esperemos el milagro gratuito, sino la comunicación de la ciencia que nos permitirá vivir en armonía con el universo, según el puesto que deseemos ocupar.
Este genio domina sobre la agricultura y la fecundidad. La persona nacida bajo esta influencia amará el campo, la caza, los jardines y todo lo que se relaciona con la agricultura. La caza que el ser de HABUHIAH ama es la de los animales internos, nombre que se da en la jerga esotérica a las entidades que trabajan en el abismo y que son las que, con sus impulsos, nos llevan a construir el mundo al revés y nos separan del puesto que deberíamos ocupar, convirtiéndonos en una anomalía y, por consiguiente, abocándonos a la enfermedad y a la muerte prematura. Cuando esa caza interna no se lleva a cabo, aparece la figura del cazador que caza fuera los animales que no ha cazado dentro, disparándose una dinámica a través de la cual su Yo Eterno llama su atención sobre su necesidad de cazar dentro y no fuera.
El amor por la naturaleza es inherente al que vive en estado natural; al que ha conquistado la categoría de lirio del valle y está dentro del orden, justo en el lugar que le corresponde según su nivel evolutivo. La ciudad, las modernas Babilonias, representan aquello que ha dejado de funcionar de manera natural y que ya no tiene remedio. La ciudad externa está en analogía con la ciudadela anímica de cada uno, con su barrio chino, sus zonas altas y zonas bajas, su suciedad, su miseria, su polución.
Después de haber sido habitantes de esa ciudad, sentimos un día la necesidad de huir hacia el campo, que simboliza el espacio libre en el que puede ser levantada otra cultura, otra civilización. El amor por lo natural, por el espacio libre, que HABUHIAH nos otorga, nos induce a crear en ese espacio abierto, a probarlo, a sembrar unas ideas, unos sentimientos, unos conceptos conformes a los parámetros universales y el genio ya se encargará de que esa cultura divina se desarrolle con fecundidad y que su grano llegue a los más apartados rincones de la tierra.
Los influenciados por HABUHIAH disponen pues de espacios libres para realizar una obra; una obra que tardará más o menos en desarrollarse según su importancia, ya que si para cosechar una lechuga hace falta un mes lunar, para que un cedro dé sombra son necesarios muchos años. Si la persona influenciada por HABUHIAH planta unos cultivos que le han de sobrevivir, tendrá que trabajar en ellos largo tiempo y tener mucha paciencia. El que sea incapaz de poner manos a la obra, será el simple amante de los paisajes, el hombre de campo y caza, el sencillo agricultor que trabajará en lo simbólico y no en lo real.
La contrafigura de HABUHIAH:
El genio contrario domina sobre la esterilidad, causa el hambre y las plagas e influye sobre los insectos que dañan los productos de la tierra, dice el programa. El genio de abajo nos induce a la doble vida, a estar en dos lugares a la vez, de manera que no somos propietarios ni del uno ni del otro y no disponemos de espacio en el que crear y desarrollar nuestros cultivos. Siendo extraños, parias, exiliados, ahí donde estemos, nos vemos excluidos del reparto de alimentos cósmicos y permanecemos con las mismas ideas, los mismos sentimientos, hasta que se pudren en nuestro interior y causan todo tipo de infecciones. Sobrevienen todas las plagas que asolaron Egipto hasta que la legalidad se restablece en nosotros y podemos volver a nuestra patria, a ocupar el puesto que Binah nos concedió al nacer para desarrollar nuestros poderes creadores.
Ejemplos:
- Fidel Castro, Rudolf Steiner y Liz Taylor: Sol
- Stalin y Kabaleb: Júpiter
- S. Dexeus (médico), Paracelso, Onassis: Saturno
- M. Ivanoff y Liz Taylor: Mercurio
- Ava Gardner: Marte
- El Lute: Venus
Estudio del nombre de Habuhiah
Nombre en letras: He-Beith-Vav-Yod-He
Nombre en cifras: 5-2-6-10-5
Nombre en Arcanos Mayores: Papa-Sacerdotisa-Enamorados-Rueda Fortuna-Papa
HABUHIAH pertenece al Coro de Ángeles. Está a las órdenes de Yesod y se ocupa de los asuntos relacionados con Gueburah.
HABUHIAH es el Maestro del Sub-Sendero Yesod-Gueburah en su trayecto de Retorno. Los que trabajan en él deben invocar su nombre.
Texto Tradicional: Este Genio sirve para conservar la salud y para curar las enfermedades. Domina sobre la agricultura y la fecundidad. La persona nacida bajo esta influencia amará el campo, la caza, los jardines y todo lo que se refiere a la agricultura.
El genio contrario domina sobre la esterilidad; causa el hambre y la peste, influenciando sobre los insectos nocivos a las producciones de la tierra.
Análisis de su nombre:
La vida universal, el aliento fecundante que representa el He se interioriza y se expresa a través de una forma anterior, arcaica el Beith, dando lugar a una fecundidad primaria, vegetal, agrícola. Es decir, al principio de la vida se produce un retroceso hacia una forma moral ya superada y en ella se condensan las energías formando un caudal a la disposición de la voluntad apasionada, que lo mismo puede desembocar en el bien, en la Luz, que en el mal, en las tinieblas, a través del Vav.
En ambos casos, el resultado de esta lucha cristalizará en una inteligencia creadora el Yod y la vida ya no dependerá de la inestabilidad de los sentimientos, sino que será el reflejo de una razón lúcida, sostenida por una vitalidad y un aliento sin fin, el He. Razón y fe (Yod-He) juntas forman un conglomerado que produce la evidencia de la verdad y es manantial inagotable de revelaciones.
El nombre de HABUHIAH nos revela, pues, una fuerza proyectada primero hacia el interior, conservando la salud y curando las enfermedades. El restablecimiento de la salud se logra siempre cuando hay interiorización de fuerzas. Las que concurren en este Genio son todas más o menos interiorizadoras, de modo que restablecen la armonía interna antes de pasar al exterior.
Siendo rico en energías interiormente, será portador de germen, de vida; será fecundo y será propenso a la contemplación de la naturaleza y la contemplación interior, de modo que si la persona está espiritualmente despierta, encontrará en su fondo humano toda la sabiduría que le permitirá comprender el universo.
Los planetas situados en los escenarios de actuación de Habuhiah influenciarán de la manera siguiente.
Urano: Dará a la persona poderes curadores. Será una portadora de fecundidad para la tierra.
Negativo: Poder destructor de todo lo torcido.
Saturno: Dará el perito agrícola, el ingeniero, el planificador de la producción agraria.
Negativo: Dirigente agrícola que se equivoca. Ministro de Agricultura en tiempos de plagas.
Júpiter: Dará el rico terrateniente, el cultivador de inmensas propiedades y jardines que rezuman abundancia.
Negativo: Problemas agrícolas, luchas por el poder, política agrícola equivocada.
Marte: Gran trabajador agrícola, gran cazador. Puede ser un médico rural o alguien que se ocupa de la salud de las plantas.
Negativo: Naturaleza estéril y propicia a las enfermedades epidémicas. Productor de parásitos y quizás ella misma lo sea.
Sol: Estará trabajando en el programa del Genio. Su voluntad de trabajo será enorme y todas las cosas fructificarán bajo su impulso.
Negativo: Estará trabajando en la vertiente negativa del genio y la fecundidad la obtendrá en insectos y microbios.
Venus: Le gustará el campo, los paseos por el bosque y por los jardines. Alma bucólica, poética, posiblemente con dones para la pintura.
Negativo: Infecciones debidas a una naturaleza excesivamente pletórica. Sensible a la contaminación ambiental.
Mercurio: Dará el investigador agrícola, quien escribe tratados sobre las plantas y la historia natural.
Negativo: Actitud crítica respecto a la política agrícola. No planta en el momento adecuado.
Luna: Habrá nacido en un medio rural. Su vida se desarrollará entre cultivadores. Naturaleza fecunda.
Negativo: Las circunstancias le llevarán al lado de gentes estériles, que pasan hambre; de agricultores pobres con mala suerte en las cosechas.
Ascendente: Trabajará para que el Genio disponga de un marco en el que expresarse.
Negativo: Será el agente contaminador a través del cual viene la esterilidad.
Neptuno: Revelará a la inteligencia la forma de obtener la fecundidad y la salud, en su propia naturaleza y en los campos.
Negativo: Propiciará los errores que harán la tierra estéril.
Plutón: Potenciadora de una política agrícola a nivel internacional.
Negativo: Productora de plagas a nivel mundial.